
En un operativo realizado en la Reserva de la Biosfera de Calakmul, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) detectó actividades de tala ilegal en una zona de aproximadamente 20 hectáreas, además de asegurar armas de fuego a personas que se encontraban cazando sin acreditar su legalidad.
La inspección, efectuada los días 12 y 13 de abril, fue parte de un esfuerzo coordinado entre la Profepa, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana, con el objetivo de frenar el deterioro ambiental en esta área natural protegida.
Durante el recorrido por la central chiclera La Esperanza, los inspectores localizaron evidencias de aprovechamiento forestal no autorizado, entre ellas 19 tocones correspondientes a especies de alto valor comercial: 16 de caoba, dos de ciricote y uno de cedro. De acuerdo con los cálculos técnicos, los árboles habrían sido talados entre dos semanas y un mes antes del hallazgo.
Aunque no se encontró a personas realizando labores de tala durante la inspección, las autoridades se toparon con tres individuos armados que presuntamente pretendían cazar en la zona. Al solicitarles la documentación que acreditara la legal posesión de sus armas, no pudieron presentarla, por lo que elementos de la Sedena aseguraron las armas e invitaron a los sujetos a abandonar el sitio.
La Reserva de la Biosfera de Calakmul, considerada Patrimonio Mixto de la Humanidad por la UNESCO, alberga una gran diversidad biológica y cultural, y enfrenta constantemente amenazas como la tala ilegal, la caza furtiva y los cambios en el uso del suelo. Las acciones de vigilancia y protección buscan preservar uno de los pulmones verdes más importantes del país.
La Profepa informó que continuará reforzando los operativos en zonas críticas para prevenir y sancionar los delitos ambientales, especialmente en áreas protegidas donde las actividades ilegales generan impactos significativos en los ecosistemas.