
La libertad de prensa atraviesa uno de sus momentos más críticos a nivel global. Por primera vez desde 2002, el Índice Mundial de Libertad de Prensa elaborado por Reporteros sin Fronteras (RSF) califica la situación global como “difícil”, al registrar que ejercer el periodismo es complicado o muy grave en más de la mitad de los países analizados. En ese contexto, México descendió tres posiciones en la edición 2025 del índice y se ubica ahora en el puesto 124 de 180 países evaluados. La advertencia ha sido replicada en el país por organizaciones como Alianza de MediosMx, que este 3 de mayo promueven un llamado colectivo para defender el derecho a informar.
El país sigue siendo, según RSF, “el más mortífero de la región para ejercer el periodismo”, y su ecosistema mediático enfrenta una doble amenaza: la violencia letal y un deterioro económico que mina la independencia editorial. Este último factor ha sido el de mayor impacto negativo en la clasificación de este año.
El informe revela que la sostenibilidad financiera de los medios ha llegado a un punto “crítico sin precedentes”, como resultado de la concentración de la propiedad, la dependencia de anunciantes y la retirada de apoyos públicos. En este escenario, más de 160 países enfrentan dificultades para mantener a flote medios independientes y sostenibles. En casi un tercio del mundo, incluso, se están cerrando medios por razones económicas.
La situación en América tampoco es alentadora: de los 28 países analizados en la región, 22 vieron caer su puntuación económica. El informe indica que los modelos de negocio tradicionales se están erosionando, las redacciones se reducen y la precariedad laboral promueve la autocensura o la alineación con intereses políticos y comerciales. En el caso mexicano, RSF señala que la debilidad del ecosistema mediático ha sido clave en su nuevo retroceso.
Este panorama coincide con una acción conjunta de más de mil 500 medios de comunicación de habla hispana y portuguesa, que este 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, lanzaron una campaña bajo el lema: “Defender la libertad de prensa es defender la democracia”. La iniciativa, impulsada por asociaciones como Alianza de Medios Mx, la Sociedad Interamericana de Prensa y la AMI de Colombia, busca visibilizar la gravedad del contexto actual y movilizar a periodistas, audiencias y autoridades.
El mensaje central de la campaña está acompañado de una imagen que muestra la frase “libertad de prensa” apenas visible en un papel rasgado, simbolizando un derecho que se hace trizas en demasiados países. El propósito, señalaron los organizadores, es proteger el derecho a la información —considerado un baluarte contra la manipulación y el silenciamiento— y promover un periodismo profesional e independiente que rinda cuentas al público y no al poder.
Anne Bocandé, directora editorial de RSF, advirtió que sin independencia económica no puede haber prensa libre, y subrayó que cuando los medios atraviesan dificultades financieras, pueden caer presa de oligarcas o gobiernos que buscan influir en la información. “Se ven arrastrados a una carrera por atraer audiencias a costa de la calidad del contenido”, afirmó.
Además del deterioro económico, RSF advierte que el 70% de los gobiernos del mundo aplican algún tipo de restricción al trabajo periodístico, y que menos de uno de cada cuatro países mantiene condiciones satisfactorias para la libertad de prensa.
La campaña internacional también pone el foco en los nuevos desafíos que enfrentan los medios con la irrupción de la inteligencia artificial. El tema elegido por la ONU para este año —“Reporting in the Brave New World: The Impact of Artificial Intelligence on Press Freedom and the Media”— apunta a los riesgos de algoritmos que pueden amplificar la censura o la desinformación, pero también a su potencial para fortalecer a las redacciones si se usan con ética.