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El Inegi reporta desplome de la inversión pública y debilidad en maquinaria y equipo, en medio de la incertidumbre por la política comercial de EU

Inversión fija bruta cae 7.8 % en febrero y acumula siete meses en descenso

Inversión en México La caída de la inversión fija contrasta con el dinamismo observado en años recientes. En 2023, la inversión se disparó un 19.7 %, impulsada por el fenómeno del ‘nearshoring’. (Miranda Millan, Francisco Javier/Gobierno de México)

La inversión fija bruta en México cayó un 7.8 % interanual en febrero de 2025, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lo que representa el séptimo mes consecutivo de retroceso en este indicador clave para medir el desempeño económico del país.

El descenso estuvo marcado por la contracción del 5.2 % en el sector de la construcción y una caída aún más pronunciada del 10.4 % en maquinaria y equipo, rubro vinculado estrechamente al dinamismo industrial.

La inversión privada retrocedió un 5.7 % en comparación con febrero de 2024, mientras que la inversión pública sufrió un desplome del 24 %, en un contexto de creciente incertidumbre por las tensiones comerciales con Estados Unidos y las dudas en torno a la estabilidad de las cadenas de suministro.

En términos mensuales, y con cifras desestacionalizadas, la inversión total cayó un 0.1 % respecto a enero, arrastrada por una baja del 1.1 % en maquinaria y equipo, que no logró ser compensada completamente por el repunte del 1.7 % en construcción.

Este comportamiento advierte una tendencia de estancamiento, especialmente sensible en sectores dependientes de la inversión productiva, como la manufactura y los servicios técnicos especializados.

El dato de febrero se conoce apenas días después de que se confirmara que la economía mexicana creció solo un 1.5 % en 2024, con una contracción del 0.6 % en el cuarto trimestre, la primera en tres años, lo que incrementa los temores de una posible desaceleración prolongada.

Efectos del nearshoring

La caída de la inversión fija contrasta con el dinamismo observado en años recientes. En 2023, la inversión se disparó un 19.7 %, impulsada por el fenómeno del ‘nearshoring’, que atrajo capital extranjero ante la reconfiguración global de cadenas productivas.

En 2022, el crecimiento fue del 6 %, y en 2021, del 10 %, tras el fuerte rebote pospandemia. En sentido opuesto, el año 2020, marcado por la emergencia sanitaria del covid-19, registró un desplome histórico del 18.2 %.

De acuerdo con el Inegi, la inversión fija bruta refleja la adquisición de bienes utilizados en procesos productivos por más de un año, como maquinaria, equipo y obras de infraestructura, y constituye un termómetro adelantado del comportamiento económico nacional.

Los datos de febrero plantean nuevos desafíos para el Gobierno de Claudia Sheinbaum, que enfrenta presiones para reactivar la inversión pública y dar certidumbre a los flujos privados, justo cuando la política comercial del presidente Trump comienza a alterar las decisiones de inversión transfronteriza.

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