
El déficit de hierro se ha incrementado a niveles preocupantes, sobre todo entre las mujeres, con consecuencias en sensación de fatiga y bajo rendimiento en su productividad laboral.
Asimismo, bajos niveles de hierro en el organismo en mujeres están considerando quedar embarazadas o que ya están en gestación puede afectar el desarrollo del bebé.
El especialista en hematología, Álvaro Cabrera García resaltó que las mujeres son el grupo más vulnerable ante esta condición, ya que se estima que a nivel mundial hay 500 millones de mujeres entre 15 y 50 años que padecen anemia por deficiencia de hierro y en el embarazo, hasta un 40% de las mujeres tienen niveles bajos de hierro, con impacto en el adecuado desarrollo del bebé.
Recordó que la deficiencia de este nutriente clave para la producción de energía tiene implicaciones profundas para el bienestar diario de la mujer, en su productividad y sus actividades diarias.
El doctor Cabrera García resaltó que con base en una encuesta realizada en mujeres entre 18 y 48 años, se encontró que 80% de ellas no está completamente familiarizadas con la deficiencia de hierro y sus implicaciones, situación que se acentúa entre las mujeres más jóvenes.
Además, mientras 42% de las encuestadas asocia la deficiencia de hierro con baja productividad en actividades diarias, apenas un 16% la vincula con el ausentismo laboral, debido a que el déficit de hierro y la anemia representan una carga de discapacidad significativa para las mujeres globalmente.
El desconocimiento del impacto de la deficiencia de hierro, señaló que no se tiene total conciencia respecto de la existencia de pruebas diagnósticas clave como la ferritina, conocida por menos del 30% de las mujeres consultadas, un indicador esencial de las reservas de hierro recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Deficiencia del hierro aumenta en el embarazo
Con motivo de la conmemoración del Día de la Madre –el próximo sábado 10 de mayo-, el especialista resaltó que para quienes planean ser madres o ya están embarazadas, la atención al hierro es vital, debido a que se ha detectado un aumento de la prevalencia del déficit durante la gestación que se duplica cada trimestre: del 5.3% en el primer trimestre, aumenta al 12.7% en el segundo y alcanza un preocupante 27.5% en la recta final del embarazo.
Al respecto, resaltó que llegar al embarazo con bajos niveles de ferritina sérica o desarrollar deficiencia durante la gestación se asocia con un riesgo significativamente mayor de anemia materna, parto prematuro y bajo peso al nacer, además, un bebé nacido de una mamá con deficiencia de hierro en el embarazo puede tener alteraciones de memoria y presentar retraso en su desarrollo neurológico con secuelas irreversibles.
Puntualizó que durante el embarazo se necesitan unos 1.040 miligramos de hierro en total: 450 miligramos necesarios para para aumentar la sangre materna, entre 300 y 350 miligramos para el feto y para la placenta, de 230 a 240 miligramos para compensar las pérdidas, ya que este mineral es clave para el crecimiento de la placenta y el desarrollo del sistema nervioso del bebé”.
En este mismo sentido, refirió que datos de la Organización Mundial de la Salud evidencian que hasta un 40 % de las embarazadas presenta anemia al inicio de la gestación, lo que evidencia la alta prevalencia de reservas bajas de hierro antes de la concepción.
Ante ello, la propia OMS ha enfatizado la importancia de vigilar estos niveles, recomendando el uso de la ferritina sérica como indicador clave de las reservas de hierro para una detección temprana y la prevención de consecuencias adversas.
Un buen regalo de cara al Día de las Madres
Ante tal situación, el doctor Cabrera García recomendó a todas aquellas mujeres que están contemplando quedar embarazadas o quienes ya lo están, acudir con un profesional de la salud para realizar estudios que permitan evaluar los depósitos de hierro midiendo ferritina sérica y capacidad total de unión al hierro antes de concebir.
También es importante corregir cualquier déficit hasta lograr niveles de ferritina y hemoglobina dentro de rangos normales, así como mantener una suplementación continua de hierro elemental junto con el ácido fólico durante la gestación, el postparto y la lactancia, iniciar tratamiento si se diagnostica deficiencia, a fin de prevenir anemia materna, bajo peso neonatal y parto prematuro.