
Un juez vinculó a proceso a José Ascensión Murguía Santiago, alcalde del municipio de Teuchitlán, Jalisco, por aparentemente haber pactado con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para que en el Rancho Izaguirre se reclutara a personas para integrarlas al crimen organizado.
En la continuación de su audiencia, la autoridad judicial calificó que existían datos de prueba suficientes para iniciar la investigación en contra de Murguía Santiago por el delito de delincuencia organizada agravada.
Como lo anunció su titular, Alejandro Gertz Manero, el Ministerio Público de la Fiscalía General de la República (FGR) exhibió 100 datos de prueba en contra de José Ascensión, de las cuales se desprenden los testimonios de cuatro testigos protegidos.
En las declaraciones, dos de ellos afirmaron que observaron al alcalde en el Rancho Izaguirre del periodo de septiembre y octubre de 2024. En tanto, otro confesó que le otorgó a Murguía Santiago la cantidad de 70 mil pesos en efectivo, a cambio de proteger al Cártel Jalisco Nueva Generación.
El alcalde, así como seis policías, negaron su complicidad con el cártel, al decir que desconocían que la célula utilizaba el Rancho Izaguirre para actividades delictivas.
Sin embargo, el juez no consideró válidos sus testimonios y ratificó la medida cautelar se prisión preventiva oficiosa para el edil emecista, mientras se desarrolla la investigación complementaria.
La defensa del alcalde presentó el testimonio del propietario del “Bar 44″, centro nocturno donde según las autoridades, el edil tenía reuniones con los dirigentes del cártel para desarrollar los nexos delictivos. Según el dueño del establecimiento, José Ascensión no frecuenta ese tipo de clubes nocturnos, dado que las personas que acuden son jóvenes de 17 a 30 años, y, argumentó, el imputado no tiene la edad para asistir.
Uno de los bomberos municipales que asistió a las madres buscadoras que encontraron el campo de reclutamiento mencionó que, durante el trayecto al Rancho, el equipo de funcionarios de Teuchitlán se extravió la primera vez que acudieron al sitio, lo que, según él, demostraba que no sabían de la existencia del sitio donde se cometían los crímenes.