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En el caso de la población infantil y juvenil son relativamente frecuentes estos crecimientos benignos

Lesiones bucales por VPH en niños y adolescentes, sin contacto sexual

Las lesiones bucales por VPH en casos de infantes y adolescentes, puede ser por autoinoculación o autoinfección, y nada tienen que ver las relaciones sexuales
Lesiones bucales por VPH Las lesiones bucales por VPH en casos de infantes y adolescentes, puede ser por autoinoculación o autoinfección, y nada tienen que ver las relaciones sexuales

El Virus del Papiloma Humano (VPH) puede causar lesiones bucales en niños y adolescentes, las cuales, hasta en un 95% de los casos no se asocian con contacto sexual. 

Ello, debido a que la transmisión de este virus en el segmento de la población referida se debe sobre todo a la autoinoculación o autoinfección. 

Ante tales casos, Gabriela Anaya Saavedra, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), sostuvo que es de suma importancia identificar esta situación de manera correcta y no generar un pánico innecesario. 

La académica del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco, refirió que al escuchar VPH, se piensa, en el posible desarrollo de cáncer o su contagio por transmisión sexual, desinformación que genera estrés y desconcierto, e incluso mencionó que cuando son referidos al consultorio médico infantes con esta condición, “la familia o las autoridades de inmediato piensan en la posibilidad de abuso sexual o del desarrollo de cáncer”, de ahí que calificó de fundamental “evitar esa confusión”. 

 

VPH en la boca 

 

Explicó que en el caso de estas poblaciones, sobre todo en las segunda y tercera décadas de la vida, no es raro encontrar estas lesiones, parecidas a las verrugas, las cuales pueden presentarse en las manos o en la planta de los pies y por un fenómeno llamado autoinoculación llegan a la boca, “ya sea porque se chupan los dedos, se muerden las uñas o comen con las manos”. 

La autoinoculación también se ha reportado en algunos estudios de familias europeas, en quienes se ha documentado que el compartir artículos de higiene personal puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de estas lesiones. 

Estos crecimientos son benignos, no malignizan y en la mayor parte de los casos, no existe el antecedente de transmisión sexual, destacó la profesora, al tiempo que puntualizó que la condición necesaria para que las lesiones crezcan es la existencia de una herida, porque el virus se multiplica únicamente en las capas más profundas de la piel.  

En la boca, con frecuencia tenemos inflamación o heridas muy pequeñas que quizá en algunos casos no alcanzamos a ver, pero que ahí están y es entonces que el virus aprovecha esas microabrasiones para comenzar a proliferar”. 

Precisó que en el caso particular de lesiones por VPH, llamada “hiperplasia epitelial multifocal”, están asociadas con factores genéticos, y que se observan en población del sur de México”, las cuales tienden a remitir con la adultez, y aunque en ocasiones pueden ser muy aparatosas, solo requieren seguimiento. 

En el caso de personas que viven con VIH y que tienen lesiones por VPH, dijo que éstas son más frecuentes y pudieran tener un comportamiento más agresivo, por lo que deben ser vigiladas cercanamente. 

Si bien la mayoría de estas lesiones son autolimitadas, algunas pueden provocar incomodidad para comer o hablar y si no se atienden llegan a extenderse y aparecer más al presentarse autoinoculación en la boca. 

La doctora Anaya Saavedra, quien junto con su equipo trabaja sobre las líneas de investigación: cáncer bucal, manifestaciones bucales asociadas a la infección por el VIH/SIDA y Virus del Papiloma Humano, enfatizó en la relevancia de consultar a especialistas en Patología y Medicina Bucal para el correcto diagnóstico. 

“Nosotros tenemos caracterizadas estas lesiones de manera clínica, microscópica e incluso molecular, de tal manera que si analizamos su ADN podemos saber de qué tipo son, si tienen un componente cutáneo, si son específicas de la boca o en algunos casos, sobre todo en personas que viven con VIH, si son alteraciones que tienen riesgo de malignización”. 

 

El mejor tratamiento, analizar una verruga, no sólo quitarla 

 

Refirió que no es tan sencillo hacer un diagnóstico de lesiones bucales por transmisión sexual y ni el estomatólogo o el patólogo bucal tienen la capacidad para emitir un juicio de esa naturaleza sin los estudios pertinentes. 

Luego de un diagnóstico certero, en general el tratamiento de estas lesiones requiere de cirugía para retirarlas, se analizan al microscopio y si es necesario se realizan estudios moleculares para saber el tipo de VPH involucrado. 

“Hay opciones terapéuticas como el nitrógeno líquido, o tratamientos de venta libre como líquidos que destruyen las lesiones; sin embargo, estos métodos quitan la oportunidad de estudiarlas al microscopio para dar un diagnóstico y tratamiento específico; por ello, la necesidad de hacer una canalización adecuada al área de patología y medicina bucal.  

Lo más importante, aseveró es el diagnóstico temprano para que haya un tratamiento oportuno y hacerse un autoexamen bucal para solicitar atención especializada cuando se requiera”. 

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