
Con el objetivo de proteger la sanidad avícola del país, las autoridades mexicanas ordenaron la suspensión temporal de la importación de carne de pollo, huevo fértil, aves vivas y otros productos avícolas procedentes de Brasil. La decisión responde a la detección de un brote de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) H5N1 en una granja comercial brasileña.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, informó que la medida tiene carácter precautorio y busca evitar la introducción del virus en el territorio nacional. Entre los productos restringidos se incluyen pollitos recién nacidos, huevo libre de patógenos (SPF), despojos avícolas, aves de ornato y canoras, así como materia prima para alimento para mascotas.
La suspensión fue motivada por la notificación oficial que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAPA) de Brasil hizo el pasado 15 de mayo, al confirmar la presencia del virus en una granja de 17 mil aves reproductoras ubicada en el municipio de Montenegro, estado de Río Grande do Sul. La alerta fue comunicada por Brasil a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), lo que ha provocado reacciones similares de parte de otros países importadores.
De acuerdo con cifras oficiales, tan solo entre 2024 y los primeros meses de este año, México importó desde Brasil alrededor de 252 mil toneladas de carne de ave, 12 mil 360 toneladas de huevo fértil y 215 toneladas de despojos de pollo, lo que refleja la importancia del comercio avícola bilateral.

Senasica indicó que la suspensión se mantendrá hasta recibir información técnica y zoosanitaria suficiente sobre las acciones de contención que implemente el gobierno brasileño. Una vez que se confirme el control del brote, se analizará la posibilidad de reducir las restricciones impuestas.
Aunque Brasil es uno de los mayores exportadores de productos avícolas del mundo, este es el primer brote de IAAP que afecta a una unidad comercial en ese país desde 2006. La situación ha encendido las alertas en distintos mercados, que buscan proteger sus cadenas productivas de una posible diseminación del virus.
Por el momento, las autoridades mexicanas mantendrán una vigilancia reforzada en puntos de entrada al país y en unidades de producción avícola, mientras se define el curso de las acciones sanitarias internacionales.