
El antígeno prostático y el tacto rectal no deberían ser motivo de miedo ni de vergüenza en los hombres, para ver por su salud, de ahí que sean herramientas fundamentales para detectar a tiempo enfermedades que, si se tratan en etapas tempranas, tienen un excelente pronóstico, enfatizó el doctor Mario Zambrano Lara.
En este sentido, enfatizó que el principal motivo por el que muchos hombres evitan acudir con un coloproctólogo es el temor al tacto rectal, y pese a que se podría considerar una revisión incómoda, subrayó que ésta no es dolorosa, si se hace con técnica y cuidado”.
Resaltó que el retraso a una revisión que podría incluso, salvarles la vida, se debe a que hablar de salud digestiva y anorrectal hoy en día, sigue siendo un tema incómodo para muchos hombres, ya sea por pudor, desinformación o por estigmas que persisten alrededor de ciertas exploraciones médicas, lo cierto es que miles de pacientes postergan su visita al especialista, a veces hasta que los síntomas se vuelven ineludibles.
Al respecto, mencionó que el examen anal temprano evita que aparezcan síntomas de alarma como: sangrado al evacuar, dolor anal persistente, cambios en el ritmo intestinal después de los 45 años, estreñimiento súbito y progresivo o pérdida de peso sin causa aparente, signos que “podrían estar alertando desde un problema funcional tratable hasta un cáncer en etapas iniciales”, ante lo cual, la automedicación podría ocultar síntomas importantes y retrasar diagnósticos vitales.
El doctor Zambrano Lara, mencionó que se han identificado algunos de los padecimientos más comunes en los hombres si son detectados a tiempo representan la ventaja de no tener que enfrentar tratamientos complejos y agresivos.
En los hombres, los motivos de consulta más frecuentes incluyen: hemorroides con sangrado o prolapso rectal.
Otro tipo de complicaciones que se atienden en el área de coloproctologia están las fisuras anales, dolorosa al evacuar, sobre todo en hombres jóvenes con estreñimiento crónico, abscesos y fístulas perianales, infecciones dolorosas que se presentan más en hombres, así como condilomas anales, verrugas asociadas al VPH.
El especialista indicó que durante la revisión coloproctológica, la próstata se explora de forma rutinaria. Es común encontrar crecimiento benigno, pero también pueden detectarse anomalías que deben estudiarse con pruebas complementarias como el antígeno prostático específico (APE) o un ultrasonido. En esos casos, se refiere al paciente con un urólogo.
Recordó que la relevancia de la prueba del antígeno prostático específico (APE) como parte de su rutina médica, la cual consiste en un análisis de sangre que ayuda a identificar niveles elevados de una proteína producida por la próstata, y que podrían ayudar a identificar problemas como: hiperplasia prostática benigna, prostatitis o, en casos más graves, cáncer de próstata.
Asimismo, señaló que las mujeres también deben acudir con el coloproctólogo, si presentan molestias anorrectales, incontinencia, prolapso rectal o condilomas por VPH. Además, los efectos de algunos partos —como desgarros o fístulas— pueden manifestarse años después y ser tratados con éxito.