En medio del fracaso de la Megafarmacia y el desabasto de medicamentos que se mantiene, el PVEM en el Senado, impulsa la creación de un Laboratorio Nacional de Medicamentos que busca a asegurar el abasto, y garantizar el derecho al acceso universal, oportuno, de calidad y gratuito de medicamentos a los mexicanos.
Explicaron que su iniciativa tiene por objeto fomentar la producción nacional de los medicamentos necesarios para el tratamiento y atención de diversas enfermedades, a fin de que éstos sean más accesibles y se garantice su abasto oportuno, por lo que se propone un esquema de organismo descentralizado, sectorizado a la Secretaría de Salud.
Admitieron que de acuerdo con el “Mapeo de Desabasto de Medicamentos en México; Informe de Transparencia en Salud 2019-2020”, la falta de medicamentos es un problema público que trasciende décadas, latitudes y sistemas de salud.
Recalcaron que en administraciones pasadas, “mucho de este desabasto fue por actos como robos, ineficiencia, corrupción y mala planeación del sector salud, lo cual vulneró el derecho de las y los mexicanos a la protección de la salud, principalmente por limitarse el acceso a medicamentos y otras tecnologías médicas”.
Si bien siempre se ha registrado desabasto de medicamentos, fue en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador que se agravó esta situación al grado de considerarla una crisis.
Durante un encuentro con la Academia Nacional de Medicina de México, realizado el pasado mes de febrero de 2025, el subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Eduardo Clark, reconoció públicamente que el país atraviesa una “etapa crítica” en la distribución y desabasto de medicamentos.
A pesar de los esfuerzos por rediseñar los mecanismos de compra y mejorar la eficiencia logística, los reportes de escasez persisten en múltiples entidades federativas, particularmente en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“La falta de medicamentos no es una percepción: es una realidad que afecta tratamientos crónicos, agudos y especializados. Se están buscando soluciones estructurales, pero el impacto sigue siendo grave”, admitió Clark en su intervención ante la comunidad médica.
Los retrasos en la entrega de tratamientos y la imposibilidad de surtir recetas han generado incertidumbre entre los pacientes, sobre todo aquellos con enfermedades crónicas que requieren continuidad terapéutica para evitar descompensaciones clínicas.
De acuerdo con el colectivo ciudadano Cero Desabasto, para el cierre de 2024 y el primer trimestre de 2025, la falta de medicamentos continuó afectando tratamientos clave. Entre los fármacos reportados como no surtidos se encuentran:
Amlodipino (hipertensión)
Liraglutida (diabetes tipo 2)
Desmopresina (diabetes insípida y hemofilia)
Insulina NPH (diabetes tipo 1 y 2)
Levetiracetam (epilepsia)
Atorvastatina (dislipidemias)
Celecoxib (artritis, dolor crónico)
Ácido Risedrónico (osteoporosis y enfermedad de Paget)
El PVEM recalcó que esta reforma no sólo busca asegurar el abasto, tan necesario actualmente, sino que también impulsará el sector farmacéutico nacional de forma sólida.
De aseveró que la medida no se contrapone ni duplica las actividades de la Megafarmacia del Bienestar, la cual tiene por objeto mantener el abasto de medicamentos, insumos médicos y vacunas para pacientes del IMSS, ISSSTE e IMSS-Bienestar, por lo que las actividades del Laboratorio Nacional de Medicamentos complementarían y potenciarían las capacidades de la Megafarmacia del Bienestar
Insistieron en que ante el incremento de la prevalencia de personas que padecen alguna enfermedad infecciosa o crónico-degenerativa, especialmente el cáncer, el desabasto de medicamentos debe ser atendido como prioridad, por lo que se debe ampliar la disponibilidad y accesibilidad, sin discriminación.