Síntomas como: indigestión o acidez estomacal, dolor o molestia en el abdomen, náuseas y vómito, diarrea o estreñimiento, distensión del abdomen después de las comidas, vómito con sangre o evacuación de color oscuro, obligan la visita al médico, a fin de diagnosticar dichos males y descartar el riesgo de padecimientos graves como el cáncer gastrointestinal.
La doctora Trinidad Sánchez Ramírez, coordinadora auxiliar de Servicios de Prevención y Promoción de la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente, puntualizó que el cáncer gastrointestinal podría ocasionar alguno o varios de los síntomas anteriores, aunque, reconoció, las personas en esta situación, suelen no manifestar ninguno de estos indicios, o bien, la causa puede ser otra afección diferente que no sea cáncer.
Al respecto, la doctora Sánchez Ramírez precisó que el cáncer gastrointestinal habitualmente no se detecta en su etapa inicial, debido a que no causa síntomas específicos. Cuando los síntomas se presentan pueden ser ambiguos, y es importante recordar que éstos pueden ser causados por muchas otras afecciones, como infecciones o úlcera gástrica.
El cáncer gástrico es una enfermedad que se produce debido al crecimiento incontrolado de las células malignas del estómago. Los tumores se pueden originar en cualquiera de las capas de este órgano: mucosa, muscular o serosa.
Las consecuencias de este tipo de cáncer, dijo, llegan a ser fatales si se identifican en estado avanzado, pero pueden ser tratados en etapas tempranas con procedimientos quirúrgicos, quimioterapias o radioterapias.
Ante ello, reiteró el llamado a acudir a valoración médica, ante los síntomas digestivos recurrentes, así como evitar la automedicación.
Resaltó que acudir a revisión médica debe ser inevitable, si hay algún antecedente familiar de cáncer.
Por lo que se refiere a los hábitos alimenticios recomendó mantener una dieta balanceada, con un preferente consumo de vegetales y frutas, así como reducir carnes rojas, evitar fumar, mantener un peso corporal normal y practicar ejercicio como estrategias preventivas que disminuyen el riesgo de padecer cáncer gastrointestinal.