
México renovó su exigencia de salvoconducto en favor de Jorge Glas Espinel, exvicepresidente de Ecuador y asilado diplomático en su embajada, en medio de un clima de tensión diplomática que se agrava tras una nueva sentencia judicial en su contra. Este lunes 30 de junio, un tribunal de la Corte Nacional de Justicia ecuatoriana lo condenó a 13 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, al hallarlo culpable de malversación de fondos públicos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó que la solicitud fue presentada otra vez por medio de la Confederación Suiza, citando el grave deterioro en la salud de Glas. Además, pidió que se respeten las medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y que se garantice su seguridad mientras se concreta su traslado a México o un tercer país.
La reciente condena se suma a los antecedentes penales de Glas, quien ya cumplía condenas por corrupción. El nuevo fallo lo vincula al caso conocido como Reconstrucción de Manabí, relacionado con el mal manejo de fondos destinados a la atención de las zonas más afectadas por el terremoto de 2016. Según la sentencia, Glas y el exsecretario Carlos Bernal abusaron de sus cargos al desviar recursos públicos destinados a obras de emergencia.
Este giro en el caso añade tensión al conflicto diplomático entre México y Ecuador, originado el pasado 5 de abril, cuando fuerzas policiales ecuatorianas irrumpieron en la embajada mexicana en Quito para capturar a Glas, apenas horas después de recibir asilo. La acción fue calificada por México como una violación grave al derecho internacional, lo que llevó a la ruptura de relaciones bilaterales y a un litigio abierto ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).