
En seguimiento a los hallazgos del jamón por el Estudio de Calidad realizado por el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, en donde 13 de los 40 productos analizados no cumplen con la Norma Oficial Mexicana, el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Iván Escalante Ruiz, anunció que se harán las notificaciones correspondientes ante las autoridades.
En la conferencia matutina del Palacio Nacional, Escalante Ruiz comentó que se enviarán oficios a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y a la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura) para informarles de los resultados publicados en la edición de julio de la Revista del Consumidor.
Indicó que, a partir de esta semana se estarán revisando las características del etiquetado y posibles incumplimientos de leyes y normas que puedan derivar en Procedimientos por Infracciones a la Ley (PIL).
Asimismo, se vigilarán las características de los productos que pudieran resultar en inmovilizaciones e incluso en el retiro de estos alimentos del mercado, por la declaración en su etiquetado de información carente de veracidad y engañosa para los consumidores.
El jamón se comercializa en cinco clasificaciones de acuerdo con su contenido de proteína libre de grasa, grasa y fécula, lo que incide en el aporte nutrimental y precio. Además debe estar elaborado exclusivamente a partir del 55% de carne de la pierna trasera del cerdo o de los muslos del pavo.
En el estudio se detectó que algunos productos se autodenominan “embutidos”, “embutido cárnico”, “embutido cárnico cocido”, “embutido cocido de carne de cerdo y pavo”, “cocido de pavo” o “producto cárnico cocido” que constituyen un nuevo sector en el mercado fuera de toda normatividad con posibilidades de representar un riesgo para la salud de las y los consumidores.
Si bien pueden ser productos más baratos, su composición nutrimental se desconoce al no estar sujetos a las regulaciones vigentes pertinentes, por lo que al exhibirse a un lado de los jamones, la población consumidora podría dejarse llevar por la similitud de imágenes utilizadas en el empaquetado de los autodenominados “embutidos”.
El procurador Iván Escalante destacó que estos productos “no son veraces en sus contenidos netos, no cumplen con la declaración nutrimental, contienen más sodio del que declaran, pero lo más relevante no es eso, sino que hay marcas que intentan engañar a las personas consumidoras haciéndose pasar por jamón y no son jamón”.
Por ello dijo que se notificará a la Cofepris y a la Secretaría de Agricultura, así como también se informará a los proveedores y distribuidores sobre los incumplimientos en los que incurrieron, de manera destacada respecto de la responsabilidad de la comercialización de los productos y la información que se presenta en los empaques.