
La bancada de Movimiento Ciudadano en la Permanente arremetió nuevamente contra el nombramiento de Hugo López-Gatell como representante permanente de México ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) y pidió a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), transparentar el nombramiento y los gastos del exsubsecretario de Salud.
El exhorto busca que la Cancillería detalle el fundamento jurídico, los méritos, las funciones específicas y la fuente de financiamiento del cargo asignado a López-Gatell.
“La Cancillería, el canciller de la Fuente, que por cierto está desaparecido, ojalá que para esto se aparezca, explique de manera puntual qué funciones va a realizar Hugo López-Gatell en este puesto inexistente, porque la responsable es la embajadora ante la ONU en Ginebra, no él, ella. Entonces qué funciones va a desarrollar y dos, con qué dinero se va a pagar porque hasta donde sabemos las plazas en Ginebra a este respecto están todas congeladas desde hace meses”, demandó la legisladora naranja
Ballesteros insistió en que el cargo diplomático otorgado a López-Gatell no existe formalmente, y que su asignación representa un insulto a las víctimas de la pandemia y una burla a las reglas del Servicio Exterior Mexicano.
“Es un fraude porque el puesto no existe. Y si existe, queremos ver el documento oficial que lo respalde”, retó.
Según la legisladora, este caso cobra mayor gravedad porque trabajadores del Servicio Exterior han denunciado irregularidades en sus pagos y congelamiento de plazas, mientras que se otorgan cargos cuestionables sin justificación institucional.
“¿Con qué presupuesto van a pagar este nuevo encargo? ¿Y por qué mientras tanto se violan derechos laborales del personal diplomático de carrera?”, cuestionó.
La diputada de Movimiento Ciudadano recordó que México fue uno de los países con mayor número de muertes por COVID-19, con más de 800 mil, muchas de ellas de niñas, niños y jóvenes, y atribuyó directamente a López-Gatell la responsabilidad por decisiones “técnicamente erróneas y moralmente inaceptables” durante la gestión sanitaria.
“Este país merece memoria histórica. La salud no es un juego y las víctimas merecen justicia, no impunidad disfrazada de diplomacia”, estableció