
La presidenta Claudia Sheinbaum manifestó su inconformidad ante la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que ordenó a una ciudadana de Sonora ofrecer disculpas públicas diarias durante un mes a una legisladora por presunta violencia política de género. Durante su conferencia de prensa matutina, conocida como la “Mañanera del Pueblo”, Sheinbaum cuestionó la proporcionalidad de la sanción, al considerarla excesiva.
La resolución del Tribunal fue resultado de una denuncia presentada por la diputada local de Sonora, Diana Karina Barreras, quien señaló a Karla María Estrella por realizar comentarios ofensivos en su contra a través de redes sociales, específicamente desde la cuenta @KarlaMaEstrella en la plataforma X.
El TEPJF determinó que se trató de un caso de violencia política en razón de género, al considerar que las expresiones vertidas atentaban contra los derechos político-electorales de la legisladora y se sustentaban en estereotipos discriminatorios.
Obligaciones impuestas a Karla Estrella
Entre las medidas impuestas a Karla Estrella, se encuentra la obligación de publicar una disculpa pública con un mensaje específico durante 30 días consecutivos en su perfil, además de tomar un curso sobre perspectiva de género, consultar bibliografía sobre lenguaje no sexista, pagar una sanción económica equivalente a 10 UMAS (mil ochenta y cinco pesos) y permanecer durante 18 meses en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género.
Al ser cuestionada sobre este caso, Sheinbaum respondió: “Es un exceso. El poder es humildad, no soberbia. No está bien esta exigencia”.
Aunque la mandataria reconoció que en ciertos casos puede haber fundamento para que se solicite una disculpa pública, subrayó que las sanciones deben ser proporcionales y contextualizadas.
“Sí puede haber una sanción del Tribunal de decir ‘no hubo fundamento, es bueno que haya disculpa pública’, y bueno, se hace disculpa pública. Pero 30 días… creo que no está en su justa dimensión”.
La presidenta sostuvo que el ejercicio del poder debe estar guiado por la mesura y no por el uso excesivo de mecanismos legales para acallar la crítica.
En este sentido, reafirmó su defensa de la libertad de expresión, al recordar que en su gobierno nadie está impedido de opinar, incluso en forma crítica. No obstante, enfatizó que también debe garantizarse el derecho de réplica.
“Aquí hay derecho a criticar de lo que sea, nadie lo impide; pero también hay derecho de réplica si alguien miente o difama”, precisó.
Diferenciar la crítica de la violencia
Sheinbaum aclaró que su desacuerdo con el fallo del Tribunal no debe interpretarse como un respaldo a expresiones misóginas o discriminatorias. Al contrario, recalcó que es indispensable reconocer y erradicar aquellas agresiones que atacan a las mujeres por su género.
“Es muy distinto cuando hay una ofensa personal a una diputada, senadora o a cualquier persona que tenga que ver con ser mujer, que se le ataque por cómo se ve, por el color de su cabello, su peso. Eso sí tiene que reconocerse como algo que debe acabarse en la sociedad”.
Los antecedentes del caso
El caso que dio origen a esta controversia ocurrió en 2024, cuando Karla Estrella publicó un tuit en el que hacía referencia a un presunto caso de nepotismo relacionado con la diputada Barreras Samaniego, integrante del Partido del Trabajo (PT).
Aunque el contenido del mensaje fue eliminado y Estrella emitió una disculpa pública en su cuenta, el TEPJF consideró que las acciones no fueron suficientes para reparar el daño causado.
Como parte del mensaje obligatorio, Karla Estrella deberá escribir textualmente: “Te pido una disculpa, DATO PROTEGIDO, por el mensaje que estuvo cargado de violencia simbólica, psicológica, por interpósita persona, digital, mediática y análoga, así como de discriminación, basado en estereotipos de género. Eso perjudicó tus derechos político-electorales porque minimizó tus capacidades y trayectoria política”.
Sobre esta redacción, Sheinbaum no se pronunció directamente, pero insistió en la necesidad de que los órganos jurisdiccionales actúen con equilibrio, sin recurrir a medidas desproporcionadas que podrían desincentivar el debate ciudadano. “Vale la pena que los tribunales, los jueces, pongan todo en su justo término”, afirmó.
En su intervención, también recordó que muchas prácticas del pasado asociaban el poder con el abuso y el castigo excesivo. A su juicio, es momento de construir una cultura democrática en la que la crítica, cuando se da con respeto y fundamentos, sea parte del ejercicio público, y no motivo de persecución.
“Eso no tiene que ver con la censura. Sencillamente es reconocer que la crítica puede ser constructiva y que lo importante es el debate, no el castigo”, agregó.
Aunque la mandataria federal no desestimó que haya casos de violencia política de género reales y graves, como lo ha sostenido en reiteradas ocasiones, sí pidió que las autoridades encargadas de impartir justicia sean cuidadosas en distinguir entre un comentario crítico y una agresión basada en el género o en aspectos personales ajenos al desempeño público.
“Estoy completamente en contra de que se ejerza violencia a las mujeres por su condición, por cómo se ven, por las decisiones que toman. Eso hay que erradicarlo. Pero también hay que cuidar que no se distorsione el sentido de justicia con sanciones desmedidas”, finalizó.