
En vísperas del Día Mundial del Cerebro, que se conmemora este 22 de julio bajo el lema “Salud cerebral para todas las edades”, el neurólogo Óscar Sánchez Escandón advirtió que dormir adecuadamente es fundamental para preservar la salud del cerebro y prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson y otras formas de demencia.
Durante su participación en actividades conmemorativas de esta fecha, el especialista explicó que, mientras dormimos, se activa un proceso vital de limpieza del cerebro conocido como sistema glinfático. Este sistema, operado por el líquido cefalorraquídeo y una adecuada circulación en los vasos cerebrales, se encarga de eliminar las toxinas acumuladas durante el día.
“El sueño profundo permite un ‘barrido’ diario de sustancias que, si no son eliminadas eficazmente, pueden dañar las neuronas y detonar un deterioro progresivo de las funciones cerebrales”, indicó Sánchez Escandón, quien también preside la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño.

Según el neurólogo, una mala calidad o una escasa cantidad de sueño puede afectar el correcto funcionamiento del sistema glinfático, lo que a largo plazo compromete la salud del cerebro. Este deterioro silencioso puede desembocar en enfermedades crónicas del sistema nervioso central que impactan severamente la calidad de vida.
Sánchez Escandón recordó que, a lo largo de la vida, el sueño ocupa un papel prioritario. Los recién nacidos pueden dormir hasta 20 horas al día, los niños en edad preescolar hasta 16, los adolescentes cerca de 12, y en la edad adulta se recomienda dormir entre siete y ocho horas diarias. En un total, pasamos aproximadamente el 30 por ciento de nuestra vida durmiendo.
“Más allá del descanso, el sueño regula procesos esenciales como la consolidación de la memoria, el balance hormonal, la plasticidad cerebral, la reparación de tejidos, y la prevención de enfermedades”, añadió.
Entre las funciones clave del sueño destacadas por el experto se encuentra:
- Reposición de la energía química del cuerpo
- Reposición de la energía química del cuerpo.
- Procesamiento de recuerdos y aprendizajes.
- Regulación celular y tisular.
- Eliminación de desechos tóxicos cerebrales.
- Mantenimiento de la plasticidad neuronal.
Finalmente, el especialista exhortó a la población a tomar conciencia sobre la importancia de dormir bien, no solo como un acto de descanso, sino como una inversión en la salud cerebral a largo plazo. “Una vida con hábitos saludables y horarios de sueño adecuados puede marcar la diferencia en nuestra calidad de vida al llegar a la adultez mayor”, concluyó.