
Trabajadores de TikTok en Berlín realizaron este 23 de julio una jornada de huelga para protestar contra los planes de despido masivo impulsados por la compañía, en lo que constituye el primer paro laboral de empleados de una red social en Alemania. La protesta se concentra en la posible eliminación completa del área de Trust and Safety y parte del equipo de operaciones en vivo, responsables de moderar contenidos sensibles y mantener contacto con creadores de la plataforma.
El paro es resultado de la negativa de la empresa a entablar negociaciones con el sindicato ver.di, a pesar de múltiples solicitudes formales. La decisión de la empresa matriz, ByteDance, con sede en Pekín, apunta a reemplazar el trabajo humano con inteligencia artificial y servicios subcontratados, lo que ha sido calificado por los trabajadores como una estrategia que prioriza ganancias por encima de la responsabilidad social.
“Es una falta de respeto que TikTok evada toda responsabilidad social y se niegue incluso a dialogar”, declaró Lucas Krentel, representante del sindicato para el área de medios en Berlín-Brandenburgo.
Riesgos para los trabajadores y para la moderación de contenidos
Los empleados afectados no solo enfrentan la pérdida de sus empleos; muchos de ellos no cuentan con ciudadanía alemana, por lo que una eventual terminación laboral también implicaría el riesgo de perder su estatus migratorio. Además, varios de los puestos eliminados están directamente ligados al cumplimiento de normativas europeas como el Digital Services Act, que exige mecanismos de moderación efectivos para operar legalmente.
TikTok ha defendido sus decisiones como parte de un “avance tecnológico”, pero el sindicato sostiene que la IA aún no tiene la capacidad de comprender contextos sociales complejos. Casos documentados incluyen la eliminación automática de publicaciones con banderas del orgullo LGBTQ+, etiquetadas como “controversiales” o incluso “discurso de odio” por el sistema automatizado de la plataforma.
“La inteligencia artificial ya comete errores peligrosos porque no entiende los contextos. La moderación de contenido requiere experiencia y criterio humano”, advirtió el comité de empresa.
Un movimiento sindical en crecimiento

Desde 2022, los trabajadores de TikTok en Alemania cuentan con un comité sindical. Actualmente, alrededor del 70 % del personal está sindicalizado, lo que ha permitido formar una comisión negociadora. No obstante, TikTok ha rechazado todas las propuestas, incluida una oferta para mantener en casa ciertas funciones críticas de moderación.
ver.di ha exigido un acuerdo social que contemple indemnizaciones equivalentes a tres años de salario y la extensión de los plazos de despido. La compañía, sin embargo, ha mantenido su negativa.
“Los empleados están haciendo historia al organizarse en un sector que sistemáticamente evade responsabilidades. El tamaño de la organización demuestra el deseo colectivo de protección”, señaló Kathlen Eggerling, secretaria sindical encargada del caso.
Un problema global en la economía digital
Lo que ocurre en Berlín no es un caso aislado. En diversas partes del mundo, los gigantes tecnológicos han optado por externalizar la moderación de contenido a empresas con condiciones precarias: contratos temporales, vigilancia algorítmica y escasa atención psicológica. En abril, se fundó en Nairobi la primera alianza global de moderadores de contenido, con el objetivo de establecer estándares internacionales y frenar los abusos de la industria.
En este contexto, la huelga en Berlín representa un precedente para la organización sindical en la economía de plataformas, un terreno históricamente desregulado. Si TikTok persiste en su postura, ver.di ha anunciado que nuevas movilizaciones podrían tener lugar antes de que termine julio.
El caso pone en evidencia que la regulación de plataformas digitales no puede limitarse a los algoritmos o a la protección de usuarios, sino que debe incluir a quienes hacen posible el funcionamiento ético y legal de estas redes. En palabras del sindicato, la responsabilidad no recae en los trabajadores, sino en una corporación que ha optado por maximizar beneficios a costa de quienes sostienen su operación.
(Con información de EFE y Ver. di)