El gobierno de México disolvió en 2021 una selecta unidad antinarcóticos que durante un cuarto de siglo trabajó mano a mano con la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) en el combate al crimen organizado, revelaron a Reuters dos fuentes, lo que significa un duro golpe a la cooperación bilateral en seguridad entre ambas naciones.

Fuentes que formaban parte de esta unidad especial destacan que el grupo era una de las que realizaba investigaciones especiales (SIU, por sus siglas en inglés) que operan en 15 países y que funcionarios estadounidenses consideran invaluables para desmantelar redes de contrabando y que ayudan a atrapar a capos de la droga en todo el mundo.

Las SIU son entrenadas por la DEA, pero están bajo el control de los gobiernos nacionales, por lo que no se explican cómo es que en México el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador decidió desaparecer este grupo de combate al crimen organizado.

En México, los más de 50 oficiales de esa unidad policial fueron considerados entre los mejores del país y trabajaron en casos importantes y claves en la lucha contra los capos de la droga, como en la captura en 2016 de Joaquín “El Chapo” Guzmán, entonces líder del Cártel de Sinaloa.

El cierre de esta unidad de élite amenaza con poner en peligro los esfuerzos de Estados Unidos para combatir a los grupos del crimen organizado dentro de México, uno de los epicentros del multimillonario comercio mundial de narcóticos, y dificultar la captura y el enjuiciamiento de los líderes de los cárteles de la droga.

El gobierno de López Obrador notificó formalmente a la DEA en abril del 2021 que la unidad había sido clausurada, señaló un agente de la DEA con conocimiento del asunto y que pidió el anonimato por no estar autorizado para hablar del tema. Una segunda fuente familiarizada con la situación también confirmó el cierre de este grupo, lo que deja un vacío en la lucha contra el crimen organizado en México.

De acuerdo con Reuters, el cierre de este grupo especial podría resultar costoso en las calles de Estados Unidos, donde las autoridades luchan por reducir un aumento en las sobredosis que en el 2021 provocó más de 100 mil muertes, en su mayoría vinculadas a una nueva ola de drogas sintéticas producidas por cárteles mexicanos.

El equipo de élite, fundado en 1997, fue el principal conducto para que la DEA compartiera con el gobierno de México pistas sobre envíos de drogas e indicios obtenidos en suelo estadounidense.

La agencia antidrogas de Estados Unidos habría llevado a los nuevos integrantes mexicanos de la unidad policial a sus instalaciones de última generación en Quantico, Virginia, para capacitarlos en las últimas técnicas de vigilancia. Les habrían examinado, incluso con pruebas de polígrafo.

Por otra parte, se sabe que una segunda unidad de la SIU en México, con sede en el corazón de la Fiscalía General de la República (FGR) e independiente del gobierno de la 4T sigue operando con normalidad.