El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, consideró que si bien una reforma electoral puede ser pertinente, ésta debe estar encaminada a mejorar el sistema de partidos, y sí, a reducir el financiamiento de los mismos, pero advirtió: "Si cerramos mucho la llave del financiamiento, obligaremos a los partidos a buscar fuentes de dinero en otros lados que no son convenientes".

El funcionario del INE participó este jueves en la reunión plenaria del grupo parlamentario de Acción Nacional en la Cámara de Diputados, donde expuso que si bien una reforma electoral puede ser pertinente, ésta debe estar encaminada a mejorar el sistema de partidos, la representación y el fortalecimiento de las instituciones electorales, parlamentos e institutos políticos.

Indicó que en este proceso se tiene que ir de la mano con el Poder Legislativo y ofrecerle información técnica que permita que, en caso de una reforma electoral, se logre la mejora y fortalecimiento del sistema democrático.

El consejero presidente hizo hincapié en que las principales dimensiones sobre las que se prevé trate una posible reforma electoral es la reducción del financiamiento de los partidos políticos. "Es pertinente disminuir el financiamiento que se invierte en los partidos, pero éste debe ser el resultado de una discusión y evaluación seria. Si cerramos mucho la llave del financiamiento, obligaremos a los partidos a buscar fuentes de dinero en otros lados que no son convenientes y se debe tener en cuenta que el financiamiento es la base de la equidad, por lo que no se debe buscar mermar la capacidad de pluralismo mediante un recorte presupuestal”, subrayó.

En segundo lugar –dijo– se ha hablado de reducir la representación proporcional. Ante esta propuesta, Lorenzo Córdova refirió que la disminución de diputaciones debe buscar una mejor representación de los mexicanos.

El funcionario recordó que actualmente la Constitución permite una sobrerrepresentación de 8%". ¿Por qué no pensar en una sobrerrepresentación de cero y tener una legislación donde la sobrerrepresentación no sea una posibilidad?", se cuestionó.

En tercer lugar, indicó, existen propuestas de reforma que pretenden introducir controles gubernamentales e intentos por acotar la autonomía institucional e independencia a las autoridades electorales.

“Cuidado con una reforma que bajo el pretexto de rescatar la autonomía de las autoridades electorales incluya mayores controles políticos, ya que a partir de estos controles se puede ejercer presión a las autoridades electorales”.

Y en cuarto lugar también mencionó que hay propuestas que pretenden el establecimiento de medidas de austeridad como principio de las reglas de administración electoral con el fin de generar condiciones de sumisión a las autoridades gubernamentales, pero dijo que eso no es conveniente que las autoridades electorales tengan que solicitar dinero a los poderes ejecutivos, pues el presupuesto es un mecanismo de control de las mismas. "Cuando dependes presupuestalmente de la generosidad de un gobierno, se pone en grave riesgo la autonomía de los órganos electorales”, advirtió.

Agregó en su intervención que una reforma electoral no sería conveniente aprobarse para que entre en vigor en 2024, "pues sería un riesgo que una reforma de carácter refundacional se aplique por primera vez en una elección presidencial donde hay mucho en juego".

"Todas las reformas electorales se han puesto en práctica en elecciones intermedias".