Raúl Paulin Hernández, Subsecretario de Inclusión Productiva y Desarrollo Rural de la Secretaría de Bienestar, celebra a cuatro años de creación del programa Sembrando Vida la contribución al fortalecimiento del tejido social en las poblaciones donde tiene presencia el programa, en el que más de 449,800 sembradoras y sembradores son actores activos y testigos de la transformación de sus comunidades, siendo esa transformación social, el gran éxito inherente del organismo.

Como parte de los logros del programa, Paulin Hernández enunció que más allá de los directamente beneficiados, ha generado una onda expansiva de beneficios en las comunidades participantes, pues es un programa de amplio espectro social, que fortalecen la economía local y genera emprendimientos que impactan positivamente en las relaciones sociales y la integración entre vecinos.

Recalcando que para Sembrando Vida los habitantes nativos de las regiones son el pilar para su funcionamiento, se detalló que se promueve la cohesión de la comunidad, al integrar a pobladores de una región en un proyecto productivo común y de amplio alcance, donde hay creación de empleos locales que revitalizan el arraigo a la localidad, a la tierra natal; es decir, la gente se queda al tener una opción viable y real. Asimismo, en la pandemia, Sembrando Vida fue un factor que permitió a muchas sembradoras y sembradores solventar las dificultades que representó la inmovilidad y la desaceleración económica; siendo en el contexto actual, un punto de arranque inmejorable hacía un horizonte mucho más alentador, a diferencia del que se tendría sin el programa.

Aunado a los nuevos objetivos del programa, se reafirmó que para 2023, resultará inmejorable la ampliación de este, adicionando dos entidades a las 21 actuales en las que se tiene presencia con Sembrado Vida, con ello la perspectiva social tendrá una alternativa de mejora en sus condiciones básicas; mismas que, al sumar otras políticas públicas emanadas de la Cuarta Transformación, permitirán el fortalecimiento del tejido social con una perspectiva de vida mucho más sólida y positiva en cada comunidad.

Con la promoción del trabajo comunitario, la recuperación de terrenos de cultivo, implementación de nuevos canales de distribución y comercialización, la generación de conocimiento y la cultura del ahorro que ha promovido Sembrando Vida, en conjunto con la invaluable y comprometida participación de la gente de las comunidades, constituyen el éxito del programa en generar bienestar en la población.