El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha elevado su voz en medio del creciente conflicto entre Israel e Irán, llamando a la paz y al diálogo como vías para resolver las tensiones que amenazan con desatar una escalada militar en la región. 

En una declaración reciente, López Obrador reiteró la postura de México de no condenar a ninguna de las partes involucradas, sino de buscar la intervención de la comunidad internacional para detener la guerra y encontrar una solución pacífica.

"La postura es la de siempre, la de no condenar a ninguna de las partes, sino buscar el diálogo y el cese de la guerra", afirmó López Obrador.

El presidente mexicano expresó su preocupación por el riesgo de una escalada del conflicto y la pérdida de vidas humanas, subrayando la importancia de encontrar una solución de fondo que ponga fin al fuego en la Franja de Gaza y establezca un acuerdo duradero entre las partes en conflicto. 

Además, hizo un llamado a la comunidad internacional, especialmente a las Naciones Unidas, para que aumenten su actividad y medien en el conflicto, tanto en el caso de Israel e Irán como en otras situaciones bélicas en el mundo.

López Obrador recordó el principio constitucional y de política exterior de México de buscar la solución pacífica de las controversias, enfatizando que la guerra solo genera sufrimiento y muerte, sin beneficiar a ninguna de las partes involucradas. 

"La guerra no beneficia a nadie, ni siquiera a los magnates que construyen las armas, ni a los gobernantes belicistas. Apoyemos la paz, el cese al fuego, la fraternidad universal", expresó el presidente.

En medio de las tensiones en Medio Oriente, las palabras de López Obrador resuenan como un llamado a la calma y la racionalidad en un contexto marcado por la incertidumbre y el peligro de una escalada militar. 

Su postura se suma a los esfuerzos internacionales por buscar una solución pacífica y duradera a los conflictos que aquejan a la región.

El presidente también hizo un llamado a los diplomáticos de todo el mundo para que trabajen en conjunto y recomienden a los líderes de Estado la vía de la diplomacia y el diálogo para resolver conflictos. 

"La política se inventó para evitar la guerra", recordó López Obrador, destacando la importancia de mantener el diálogo abierto y la voluntad de encontrar soluciones pacíficas en medio de las diferencias.