Hostigamiento, maltrato, discriminación, intimidación y abuso de poder, que repercute en la salud mental y física a manera de estrés, ansiedad, insomnio, depresión, problemas gastrointestinales, hipertensión, entre otros padecimientos, son formas de violencia laboral contra la mujer y que la Secretaría del Trabajo deberá vigilar a través de protocolos, de acuerdo con el dictamen aprobado por 445 votos en el Pleno de la Cámara de Diputados.

La presentación del dictamen la hizo la diputada morenista Beatriz Rojas, quien expuso que la impunidad y la falta de mecanismos efectivos de denuncia obstaculizan la erradicación del hostigamiento, así como el acoso laboral y sexual por el temor a las represalias.

Para contribuir a erradicar la violencia hacia este sector, la morenista propuso integrar como parte de las atribuciones de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS) la vigilancia y protocolos contra el acoso laboral y sexual, como una medida fundamental para fortalecer la protección de los derechos laborales.

El proyecto de decreto reforma la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres.

Beatriz Rojas refirió que, en 2022, al menos 66 mil mujeres renunciaron a sus empleos al ser víctimas de algún tipo de violencia laboral, de acuerdo esto con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Además, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que el hostigamiento sexual es causa de uno de cada cuatro despidos de mujeres y de que cuatro de cada diez opte por renunciar.

“Las mujeres seguimos enfrentando barreras para ingresar, permanecer y crecer en el mercado laboral”, señaló al tiempo de exponer que las mujeres son quienes más trabajan en el ámbito informal, además, en ellas recae la doble jornada en las tareas domésticas y de cuidados. “Somos las mujeres quienes más estamos expuestas a ser víctimas de hostigamiento y acoso sexual, esto se debe a la situación histórica y estructutral de desigualdad que nos coloca en posiciones de subordinación, lo que nos deja más vulnerables e inseguras”, señaló en la exposición de motivos para plantear la reforma legal.

Beatriz Roja lamentó que la baja participación de las mujeres en los mercados laborales, remunerados y formales representen una pérdida económica para el país.

Datos del Banco Mundial revelan que si la participación de las mexicanas fuera equiparable con la de los hombres habría una ganancia equivalente a 22 por ciento del producto per cápita mexicano.

“Es necesario seguir legislando en todos los ámbitos para que todas las mujeres se desarrollen en un ambiente libre de todo tipo de violencias”.