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Ante el cambio climático, hay que adoptar medidas preventivas para evitar el estrés térmico

El estrés térmico incrementa los riesgos para la salud debido a la degradación física y emocional que produce

Cambio climático

El aumento en la temperatura ambiente obliga a adoptar medidas preventivas en los trabajos para proteger a las y los trabajadores contra complicaciones a la salud por estrés térmico 

Ante el incremento en las temperaturas ambientales, la Conferencia Interamericana de Seguridad Social hizo un llamado a adoptar medidas para proteger a las y los trabajadores contra los impactos del calentamiento global, ya que la salud física y emocional de las personas trabajadoras se pone en riesgo por el incremento del estrés térmico.

El incremento de la temperatura ambiente, genera un aumento en el estrés térmico (ETer), el cual ha sido definido como el malestar que se origina en la acumulación o excesiva pérdida de calor o por esfuerzos intensos, lo cual incrementa el riesgo a la salud debido a la degradación física y emocional que produce.

Algunos síntomas de este tipo de estrés, son la alta temperatura corporal, la desorientación, la pérdida de la coordinación, piel caliente, seca o mucho sudor, el dolor de cabeza palpitante o las convulsiones.

El impacto del estrés térmico es mayor cuando no se cuentan con políticas de detección, prevención y atención, de situaciones que ponen en riesgo la integridad física de las personas trabajadoras. Se requiere un enfoque de prevención de riesgos en el trabajo que ponga en el centro la protección de la integridad física de las personas.

En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo resaltó que, la productividad laboral disminuye cuando la temperatura supera los 24 a 26 °C, en tanto que al alcanzar los 33 o 34 °C, con una intensidad de trabajo moderada, los trabajadores pierden un 50 por ciento de su capacidad, explica el organismo.

Problema que se agudiza cuando no se cuenta con el equipamiento, herramientas o acondicionamientos físicos adecuados.

Asimismo, la OIT destacó que los vectores que transmiten enfermedades como el dengue, el paludismo o Chagas, en la actualidad, este incremento en la temperatura ambiente ha propiciado una expansión a regiones donde antes no podían, y se ha incrementado la carga de la enfermedad en las regiones donde ya estaban.

En cuanto a los factores de riesgo, se mencionó que se deben considerar los trabajos expuestos a altas temperaturas, el trabajo al aire libre, el acondicionamiento de los espacios cerrados y el estado general de salud de las personas trabajadoras.

Así, los trabajadores agrícolas, del sector de la construcción, de seguridad, del turismo, de la recolección de basuras, de transporte o de trabajos de reparación son algunos de los más afectados.

Asimismo, aquellas personas quienes trabajan bajo techo, que no tienen el acondicionamiento del espacio laboral adecuado debido al hacinamiento, que carecen de ventilación o el acceso mínimo a líquidos para su hidratación, también se encuentran en situación de riesgo.