El cáncer de ovario, aunque es curable, tiene alto porcentaje de reincidencia, sobre todo cuando se detecta en etapas avanzadas, por lo cual, el ISSSTE trabaja arduamente en difundir los posibles datos de sospecha en la población derechohabiente femenina, para que acuda a tiempo a unidades médicas, informó el director general, Pedro Zenteno Santaella.

En este sentido, sostuvo que, en el ISSSTE hay una vigilancia permanente en torno a esta patología y la instrucción es ofrecer la mejor atención, subrayó.

Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Ovario, que se conmemora este 8 de mayo, la oncóloga médica del Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza”, Karina Murillo Medina, recordó que este padecimiento, es una enfermedad silenciosa, debido a que sus síntomas iniciales son inespecíficos y no hay tamizaje en México ni en el mundo.

“Hasta el momento, estudios como ultrasonido, marcadores tumorales entre los que se encuentran el CA-125 o una tomografía, no han demostrado disminuir la mortalidad, por lo que no se consideran para detección de riesgo masivo en guías nacionales ni internacionales”, puntualizó.

En este sentido, la especialista sostuvo que las mujeres deben mantenerse atentas a posibles signos de alerta: “cualquier mujer que empiece con dolor de abdomen, pelvis, cambio en hábitos intestinales como diarrea o estreñimiento recurrentes, que presenten algún sangrado intermenstrual, poscoital, o si notan algún aumento en el perímetro abdominal, acudir inmediatamente a revisión médica y no automedicarse, porque se corre el riesgo de atrasar el inicio de un protocolo de estudio”.

La especialista informó que en el Instituto y el Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza” se trabaja de manera multidisciplinaria para ofrecer el mejor tratamiento a pacientes, con la capacitación al personal médico de primer contacto en la sospecha diagnóstica y se educa a la población en identificar posibles signos de alerta, para que acudan de manera oportuna a sus unidades médicas y, en caso de requerirlo, sean referidas de manera más temprana a los servicios de oncología”.

En cuanto a los factores de riesgo para cáncer de ovario, la especialista precisó que son: menarca o primera menstruación a edad temprana, menopausia tardía; y nuliparidad, es decir, nunca haber estado embarazada, en tanto que la edad promedio de las mujeres con este diagnóstico es arriba de los 50 años.

Murillo Medina indicó que datos del Observatorio Global del Cáncer (Globocan) 2020, señalan que el cáncer de ovario en México se ubica en el lugar 14, dentro de padecimientos oncológicos; durante este año se diagnosticaron 4,963 casos, pero la mortalidad es muy alta, de alrededor de 3,000, y esto va muy enfocado a que la mayoría se detecta en etapas III y IV.

Enfatizó que este tipo de cáncer es curable, sobre todo en etapas tempranas, ya que cuando se detecta en estadios III y IV tiene tratamiento, pero las pacientes presentan alto porcentaje de reincidencia (65 por ciento). Difundir el comportamiento de esta neoplasia es prioritario para aumentar la detección oportuna, en beneficio del pronóstico y calidad de vida de las mujeres derechohabientes.