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Consumo de ácido fólico previene espina bífida

Malformación congénita caracteriza da por la falta de cierre completo de la columna vertebral del feto

Espina bífida, malformación congénita, que se puede prevenir con el consumo de ácido fólico antes de la concepción y durante todo el embarazo

Espina bífida, malformación congénita, que se puede prevenir con el consumo de ácido fólico antes de la concepción y durante todo el embarazo

 

La espina bífida es una malformación congénita, la cual se caracteriza por la falta de cierre de la columna vertebral del feto, condición que es prevenible con el consumo de ácido fólico antes y durante la gestación, así como una adecuada vigilancia prenatal, señaló el jefe de Departamento de Neurocirugía del Instituto Nacional de Pediatría (INP), dependencia de la Secretaría de Salud, Alfonso Marhx Bracho.

El especialista precisó que existen diferentes tipos de espina bífida, la más común es mielomeningocele, la cual se registra en uno de cada mil recién nacidos vivos.

En el marco del Día Internacional de la Espina Bífida, -que se conmemora este 21 de noviembre-, enfatizó que, en esta afección congénita el canal medular está abierto a lo largo de varias vértebras en la parte baja o media de la espalda, los tejidos y nervios quedan expuestos y esto hace que la niña o el niño sea propenso a sufrir infecciones graves.

Este defecto congénito, abundó, se presenta en las primeras tres semanas de gestación y ocurre cuando la columna vertebral y la médula espinal no se forman adecuadamente. Es un tipo de anomalía congénita del tubo neural, el cual es la estructura de un embrión en desarrollo que acaba por convertirse en el cerebro del bebé, la médula espinal y los tejidos que los rodean.

Es importante mencionar que el tubo neural se forma en el principio del embarazo y se cierra 28 días después de la concepción.

En los bebés con espina bífida ocurre que el tubo neural no se cierra ni desarrolla de manera normal, lo que provoca problemas en la médula espinal y en los huesos de la columna vertebral.

La espina bífida puede variar de leve a grave, dependiendo del tipo del defecto, el tamaño, la ubicación y las complicaciones y cuando es necesario y procedente el tratamiento temprano, se procede a una cirugía.

En este defecto congénito, tiene mucho que ver la falta de ácido fólico antes y durante el embarazo, así como factores como diabetes materna, uso de fármacos anticonvulsivantes como valproato y fenitoína, hipertermia y la herencia genética.

Marhx Bracho explicó que la espina bífida provoca discapacidad motora en los miembros inferiores, sensibilidad, hidrocefalia o aumento del tamaño de la cabeza, incontinencia urinaria y fecal y, en la mayoría de los casos, incapacidad permanente debido a que la médula no logró formarse de manera adecuada.

En este sentido, puntualizó que la detección de la espina bífida durante el embarazo brinda a las mujeres embarazadas la posibilidad de una cirugía fetal para el cierre del defecto neural en las primeras 48 horas a partir del nacimiento, lo que reduce las secuelas en la persona recién nacida.

Destacó que es importante que el personal de salud esté capacitado y cuente con todos los elementos necesarios para apoyar a estos pacientes que requieren rehabilitación para que tengan la mejor calidad de vida posible.

El especialista subrayó que las y los niños con espina bífida “al crecer, pueden hacer muchas cosas, estudiar, ser gente de gran valía para la sociedad y nosotros tenemos que apoyarlos para que logren este cometido”.