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Debate bastante civilizado que no parece cambiar nada radicalmente

 El formato quedó a deber otra vez y las preguntas ciudadanas fueron poco atendidas; los ataques entre las candidatas fue agrio por momentos y el tercero, Álvarez Máynez, trató de hacerse presente 

Los candidatos presidenciales previo al debate

Los candidatos presidenciales previo al debate

Instituto Nacional Electoral

El debate presidencial mostró a una Claudia Sheinbaum segura al remarcar que es la única de los tres candidatos con experiencia de gobierno y que la misma es exitosa. Xóchitl Gálvez, nerviosa en algunos momentos, pudo lanzar frontalmente los ataques que traía consigo, especialmente aquellos en torno a las víctimas del Colegio Rébsamen, de la L12 y de las madres buscadoras y en diferentes momentos remarcó que la candidata oficialista era “una mujer fría y sin corazón”, una “dama de hielo”.

En tanto, Jorge Álvarez Máynez pudo hacer una buena presentación ante un auditorio para el que él era el menos conocido y lanzar el mensaje de que sí hay una tercera opción. Su tarea consistió, en muchos momentos, en mostrar que había sido congruente con sus principios y que ello quedaba plasmado en su labor legislativa.

A bote pronto, lució como un debate bastante civilizado, a pesar de que incluyó el tema de la corrupción y alusiones lo mismo a los dirigentes nacionales de los partidos opositores que a los hijos de AMLO, un debate también caótico por el intento de hacer participar a la ciudadanía, reuniendo preguntas que luego pasaron por el filtro del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente y de los moderadores del debate.

En efecto, el primer debate presidencial 2024 se efectuó en las instalaciones del Instituto Nacional Electoral y el formato del encuentro nuevamente quedó a deber, cortando los enfrentamientos de los candidatos cuando probablemente eran éstos los que daban mayor visión de los candidatos a los electores, al tiempo que los temas de fondo como educación, salud y otros eran afrontados en forma genérica por la cortedad de tiempo. Sheinbaum indicó posteriormente que allí había algo a mejorar en futuros debates.

CUANDO EL FORMATO NAUFRAGÓ

El tema de la corrupción fue en el que ese formato más naufragó, poco respondieron a las preguntas ciudadanas y fue donde se ensartaron en una agria discusión Claudia y Xóchitl. Fue allí donde aparecieron alusiones al derrumbe de la Línea 12, los hijos del presidente y los contratos de gobierno en favor de la candidata opositora.

Por lo demás, Claudia Sheinbaum, como señaló en su cierre, apuntaló la idea de que México va bien y que, por tanto, “debemos seguir con la transformación”, en donde la economía se riega principalmente a los de abajo. Insistió en que hay dos proyectos contrapuestos, uno el del pasado y la corrupción, en la que educación y la salud se convierten en mercancías, y otro, que ella abandera, en el que los derechos a los desprotegidos están garantizados.

Xóchitl Gálvez, quien no dijo una sola de sus famosas palabrotas, llamó a quedarse con los programas sociales, pero a deshacerse de Morena y señaló a Sheinbaum que, ni aunque lo intentara, tendría nunca el carisma de AMLO. La llamó “dama de hielo” por su actitud ante las tragedias que le ha tocado afrontar en sus gobiernos y recordó el uso en la capital de medicamentos con probados contra el COVID. “AMLO te quiere como tapadera de la corrupción”, le dijo a la morenista.

Máynez se relamió los bigotes cuando aparecían este tipo de confrontaciones entre las dos candidatas, señalando que eso es la vieja política, contraria a lo que su candidatura ofrecía en este proceso electoral. “Aquí se muestra a las candidatas de la vieja política, sí hay otra opción” y agregaría que él fue el primero en señalar que los hijos del presidente López Obrador estaban metiéndose indebidamente en cuestiones de gobierno, y que también había que revisar los gobiernos de Peña, de Fox y de Calderón.

Denise Maerker intervino en diferentes ocasiones entonces por una respuesta concreta a las preguntas de los ciudadanos que, teóricamente, debían guiar el debate. No funcionó: “Todos los derechos para todos”; “coincido”; “es parte de nuestras propuestas”, fue lo que recibió por respuesta el ciudadano que cuestionaba por que la población mexicana no era reconocida como víctima con derechos y en posibilidad de recibir una reparación al daño cuando un gobierno lo afectaba indebidamente.

TEMA ANTICORRUPCIÓN (y dardos envenenados)

Cuando se preguntó claramente si los candidatos pensaban que era positiva la autonomía de las instituciones anticorrupción, las respuestas de Xóchitl y Máynez se dirigieron a un claro sí, en tanto que Sheinbaum sacó una carta fuerte: la propuesta de una Agencia Federal Anticorrupción “no es mía”, emanó de análisis de expertos en una mesa de trabajo que encabezó el exrector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente.

Xóchitl le preguntó a Claudia si investigaría a los hijos del presidente. “Si tiene pruebas, que presente la denuncia”, respondió la Morenista.

Nuevos ataques entre las dos candidatas se sucedieron: que si Xóchitl mintió al prometer que haría la donación de un departamento, “lo vendió por millones a una sobrina de Felipe Calderón”; que si las empresas de Claudia aparecían con fondos en paraísos fiscales.

Jorge Álvarez Máynez hizo un correcto recorrido, primero presentándose ante un auditorio donde él era el menos conocido. Un punto a su favor puede ser que logró articular su discurso con mucha claridad. Fue también el único que habló bien de sus rivales: les dijo que estaba orgulloso de ellas pues, como hombre y ante la necesidad de lograr desigualdad, él estaba claro de que le había costado mucho menos trabajo llegar a donde ahora se encontraba.

En el momento de hablar del sistema de salud y del sistema educativo, los candidatos usaron más sus plataformas de gobierno. Sheinbaum señaló que el IMSS Bienestar iba por buen rumbo, lo que se comprobaba con el nivel de 57% de satisfacción de los usuarios contra 45 por ciento del Seguro Popular extinguido por AMLO.

Xóchitl reiteró su promesa de una tarjeta que permitiría tener atención médica y medicamentos en instancias públicas o, si no los había allí, en farmacias privadas.

Máynez comenzó el primer ataque contra la candidata oficialista, diciendo que en la CDMX gobernada por la morenista habían aumentado hasta el 10 por ciento el sector de capitalinos que se había quedado sin seguridad médica. Luego le dijo a Xóchitl que su promesa de una tarjeta de salud era lo mismo que había incumplido Peña Nieto.

Y Xóchitl sacó la primera foto de la noche: Máynez en su tiempo de priismo acompañado por quienes ahora criticaba; el candidato naranja sencillamente sonrió. Más adelante Máinez sacaría las fotos de Xóchitl con Alito y Beltrones, “ese es el problema, no donde militaste antes”. Y la foto de Sheinbaum con el expanista Corral, el expriista Bartlett y con el exgobernador Eugenio Hernández (encarcelado en su momento por peculado).

Entre los ataques, Sheinbaum pudo hablar sobre una serie de propuestas concretas aludiendo a la necesidad de centrar el sistema de salud en la prevención, además de acelerar el proceso de instalación de farmacias del bienestar para lograr abasto de medicinas.

En el tema educativo, Sheinbaum indicó que quiere dar beca generalizada a los estudiantes en el nivel básico. Hizo énfasis en el nivel medio superior y la necesidad de hacer más universidades.

Xóchitl Gálvez, después de aludir a la tragedia del Rébsamen (y saludar a una de las madres que perdió a su hija en esa tragedia), habló de escuelas de tiempo completo, pero también, en un mensaje dirigido a esa parte del SNTE que logró atraer, señaló que regresarían bajo su gobierno diferentes procesos de capacitación que le cortaron al magisterio y transparencia en la competencia por plazas con mejor sueldo.

MAGISTERIO

Claudia puntualizó como respuesta que al magisterio se le criminalizó durante los sexenios priistas y panistas, “no lo olviden”. Sobre la presencia de invitadas de Xóchitl (la mamá de la niñas fallecidas en el Rébsamen, la mamá de una niña que sufre por cáncer; una víctima de la caída de la Línea 12 del Metro y Ceci Flores, madre buscadora de Sonora), Sheinbaum diría que “es deleznable lucrar con el dolor de las personas, nunca seré así”.

En cuanto a fondos para sus proyectos de gobierno, Máynez fue el único que aludió a cobrar impuestos que hoy no se cobran (a la industria tabacalera puntualmente). Las candidatas, ni de cerca, llegaron a decir que habría más impuestos para financiar el armado de proyectos que estaban poniendo sobre la mesa.

Sobre el tema de justicia para las mujeres, en la segunda hora del debate, Xóchitl pudo referir su historia personal, su camino desde una comunidad apartada de Hidalgo.

Sheinbaum aludió a que como jefa de gobierno debió afrontar la violencia contra las mujeres y que pudo hacerlo exitosamente mediante el esquema de “cero impunidad”, gracias a un proceso generado en compañía de la Fiscalía capitalina (“que es autónoma”, señaló en referencia a la institución que encabezaba la hoy candidata morenista Ernestina Godoy).

EXPERIENCIA LEGISLATIVA

Máynez habló de su labor como legislador, haciendo elusión a diferentes momentos de su carrera política en la que la violencia contra la mujer había sido motivo de propuestas de ley.

Los conductores insistían en abundar sobre el tema de los feminicidios, pero Claudia actuó en ese punto con firmeza e indicó que la agenda marcaba grupos vulnerable y sacó a colación los apoyos directos (becas) y el aumento al salario mínimo. Señaló que Xóchitl quería que los programas fuesen temporales.

Xóchitl tomó el reto e indicó que becas como Jóvenes Construyendo el Futuro son temporales hoy mismo, que sólo cubren un año, y que está de acuerdo con ellos, incluso que debe aumentarse el número y cobertura de los mismos.

Sobre Pueblos Indígenas, otra serie de generalidades que no muchos recordarán. Claudia aludió a que bajo su mandato, se incluirían derechos indígenas y de otros grupos vulnerables a la Constitución. Hasta derechos constitucionales para animales incorporó.

Máynez pudo sacar a colación el apoyo de su partido a las comunidades LGTB+.

El debate avanzó así, hasta completar una hora y 45 minutos de una confrontación agria por momentos, pero civilizada y que, a bote pronto, no parece cambiar radicalmente nada. Quizás Máynez fue el más beneficiado en lo que toca a que había muchos que no le conocían y ya pudieron verlo hablando en forma fluida y aludiendo a la existencia de una tercera opción que sus rivales candidatas tratan de ocultar.

En tanto, Manuel López San Martín y Denise Maerker, los moderadores del debate, hicieron una labor correcta en términos generales. Su peor problema, in crescendo, fue que el reloj en el que los candidatos controlaban su tiempo restante se pasmaba.