
El inicio de clases este lunes para 24 millones de niñas, niños y adolescentes trae consigo un fenómeno social que se ha soslayado, se trata de ocultar o simplemente minimizar las implicaciones que tiene en varios ámbito de la sociedad: la deserción escolar
En la “nueva normalidad” después del Covid, miles de estudiantes ( se estiman más de 600 mil ) abandonaron la escuela y, seguramente, ya no regresarán a las aulas, lo que incrementa su vulnerabilidad y los riegos de ser víctimas de los tratantes de personas.
Un análisis del Instituto Belisario Domínguez denominado “Trata de personas en México: Algunas cifras”, advierte que y el cierre de las escuelas no sólo dificultó el acceso a la educación, sino que también canceló la posibilidad de que muchas niñas, niños y adolescentes contaran con un lugar seguro
“Dejar la escuela implica perder una de las redes de protección y apoyo más seguras que tienen muchos estudiantes en México”, advierte
Se calcula que 464 mil estudiantes de educación básica no concluyeron el ciclo escolar 2019-2020. Durante las 53 semanas de cierre total de las escuelas, las entidades federativas tuvieron una caída promedio de 2.3% en la matriculación de las instituciones de educación básica
Al comparar la cantidad de alumnos inscritos en el ciclo escolar 2019-2020 (periodo en el que inició la pandemia) y el ciclo posterior, se observa una diferencia de 656 mil estudiantes
NIÑAS MAS VICTIMAS
Al igual que a escala internacional, en México las mujeres y las niñas siguen siendo las más afectadas por la trata de personas.
De las 5 mil 561 carpetas de investigación iniciadas y remitidas por las Procuradurías y/o Fiscalías Generales de las 32 entidades federativas entre 2015 y mayo de 2021, cerca de dos terceras partes son mujeres y niñas (3 mil 649); 19% son hombres y niños (mil 063) y en 15% (849) de los casos no se reporta información sobre el sexo de las víctimas
La información cuantitativa por edad y sexo permite ver que hasta 2017 las víctimas masculinas mayores de 18 años superaban a los menores de esta edad.
Sin embargo, a partir de 2018 la tendencia se invierte. En el caso de las mujeres y niñas, en fechas más recientes, a partir de 2020, se registra igualmente un cambio de tendencia, extendiéndose hasta mayo de 2022, lo que sugiere que durante la pandemia por Covid 19 el riego de ser víctima de trata de personas no disminuyó.
Por el contrario, para la población más vulnerable la situación se tornó aún más compleja y el cierre de las escuelas no sólo dificultó el acceso a la educación, sino que también canceló la posibilidad de que muchas niñas, niños y adolescentes contaran con un lugar seguro.
Entre los factores de riesgo que han aprovechado los tratantes en todo el orbe, la ONU destaca la precariedad económica, la condición migratoria irregular, la violencia familiar, principalmente en casos de niños, niñas y adolescentes, y la dependencia afectiva que, en muchas ocasiones, establece el tratante con la víctima como mecanismo para someterla.
A estos factores se suman, en el caso mexicano, la pertenencia de grupos originarios de poblaciones indígenas y la falta de voluntad política para hacer frente a un “fenómeno complejo, cambiante y entretejido con múltiples vulnerabilidades y problemas sociales, económicos y culturales que fungen como determinantes de las poblaciones más afectadas, como es el caso de niñas, niños y adolescentes”
SE DISPARA EN CDMX
Las cifras oficiales publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran que el número de entidades con presencia de este delito pasó de 25 en 2015 a 32 en 2021, concentrando la Ciudad de México, el Estado de México, Chiapas, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Baja California, Puebla, Oaxaca y Quintana Roo el 80% de las carpetas de investigación del fuero común que se abrieron entre enero de 2015 y los primeros cinco meses de 2021
Durante el periodo de 2015 a mayo de 2022 se abrieron 5 mil 561 carpetas de investigación del fuero común por el delito de trata de personas.
Pero esta cifra, no representa la dimensión real de este delito, ya que en la mayoría de las veces la denuncia no se lleva a cabo ante las instancias correspondientes debido tanto al temor a las represalias de los tratantes como a la falta de capacidad para detectar el delito por parte de los organismos encargados de hacer cumplir la ley en México, según un reporte de la ONU.
La capital del país acumuló el mayor número de denuncias por el delito de trata; entre 2012 y mayo de 2022 se abrieron un total de mil 484 carpetas de investigación.
El Estado de México es la segunda entidad del país con el mayor número de indagatorias (739 casos), seguida de Chiapas (376), Coahuila (363), Chihuahua (301), Nuevo León (286) y Baja California (280).
Estas siete entidades concentran siete de cada 10 carpetas de investigación que se iniciaron, lo que equivale a 3 mil 828 casos.
La información por año muestra que en 2015 la Ciudad de México (379) y Coahuila (286) fueron las entidades con el mayor número de carpetas de investigación abiertas, pero con diferencias importantes en cuanto al sexo de las víctimas.
En el primer caso, 86% de las investigaciones que se iniciaron fueron por mujeres y niñas, mientras que en el segundo la mayoría de las investigaciones se abrieron por hombres y niños (83%).
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