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El dilema haitiano en México, la lluvia y una espera sin fin

El campamento callejero de antillanos ha sido azotado por la lluvia y promesas poco claras de dotarlos de documentos para seguir la marcha al norte. El dilema migratorio, por cuarta vez, se traduce en personas viviendo a la intemperie y con incertidumbre sobre donde estarán mañana

Migrantes

Migrantes, plaza Giordano Bruno de la Colonia Juárez

Hoy, con la esperanza de obtener una respuesta, cientos de haitianos que se encuentran acampando en la plaza Giordano Bruno de la Colonia Juárez, fueron conminados a hacer una lista que será hecha llegar a Migración para agilizar sus trámites de tránsito hacia el norte.

Wilner Metelus del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afroamericanos es quien se ofreció a hacer esta labor. Metelus ha apoyado ya, con este, a cuatro campamentos haitianos, así que desde el miércoles les indicó a los migrantes recién llegados que le esperaran a mediodía de este jueves para que les avisara qué había logrado en una visita programada a Gobernación.

Hombres y mujeres, algunos acompaños de sus hijos, comenzaron a congregarse frente a una jardinera para escuchar el informe de Metelus. A las 12:20 el hombre, también antillano pero nacionalizado desde hace años, comentó ante el grupo que había que presionar y exigir al gobierno mexicano agilizar los trámites de los haitianos.

Uno de los migrantes comentó que esta situación cada día se vuelve más compleja, con meses esperando una respuesta para un trámite sin resolver. Algunos solo quieren el documento para poder transitar hacia los Estados Unidos y otros como el caso de Max, están a la espera del registro como refugiados que les permita emplearse en el país y establecerse aquí para traer posteriormente a los hijos desde Haití.

La espera bajo la lluvia

Al llegar la tarde, pasando las 17 horas, la lluvia sorprende a la Pequeña Haití. Los 400 antillanos que viven en la Giordano Bruno de la Colonia Juárez buscan refugio debajo del toldo que cubre parte de la plaza; las casas de campaña se apiñan desde que fueron instaladas y por allí aparecen las mujeres tapadas con toallas y frazadas, otras deambulan alrededor del Sumesa vecino y los hombres recorren el lugar recolectando cartones en los establecimientos comerciales que rodean el sitio. Esos cartones serán las camas secas de estas familias para la noche que precede al viernes.

La unión de estos migrantes parece fuerte. En la esquina, un grupo comienza a montar nuevas casas de campaña ante la lluvia que acecha esta noche; calentadores y planchas de metal con ollas encima hacen las veces de cocina, han sido improvisadas por las mujeres se reúnen para preparar comida y que, ante la lluvia, son destinadas a calentar bebida que brindan calor a los migrantes.

Es así como, con adversidades del clima, los cientos de migrantes en las calles de la Alcaldía Cuauhtémoc sobrellevan una espera que parece no tener fin.