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EU analiza ajustar su estrategia de seguridad con México tras hackeo a la Sedena

El subsecretario interino de la oficina de asuntos del Hemisferio Occidental de EU, Ricardo Zúñiga, señaló que el robo de información impactaría en el desarrollo de las operaciones contra organizaciones criminales y se podría en riesgo la seguridad del personal de ambas naciones

encuentro de seguridad en washington

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A unas horas para que se lleve a cabo en Washington la segunda reunión del Diálogo de Alto Nivel en Seguridad (DANS) entre Estados Unidos y México, el gobierno del presidente Joe Biden ya analiza hacer cambios en sus operaciones de seguridad en suelo mexicano, luego del hackeo que sufrió el servidor central de la Secretaría de la Defensa Nacional en México (Sedena), lo que pondría en riesgo las acciones de combate al terrorismo al crimen organizado en ambos países, señaló el subsecretario interino de la oficina de asuntos del Hemisferio Occidental de EU, Ricardo Zúñiga y de lo que hizo eco el periódico estadounidense, “The San Diego Union Tribune”.

El funcionario estadounidense expresó la preocupación del gobierno del presidente Joe Biden, por el robo de  información que podría ser delicada, ya que impactaría en el desarrollo de operaciones para combatir a organizaciones criminales y a su vez podría poner en riesgo la seguridad del personal de ambas naciones que participen en operaciones conjuntas.

“La protección de esa información siempre es algo que tenemos que trabajar internamente como con nuestros socios”, dijo Zúñiga al reconocer que el hackeo es un fenómeno que puede afectar a cualquiera.

Esta inquietud del gobierno de EU se registra a pocas horas para que se lleve a cabo en Washington la segunda reunión del Diálogo de Alto Nivel en Seguridad (DANS) entre ambos países, encuentro al que acude el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard como representante de la delegación mexicana, mientras que por EU el equipo lo encabezan el secretario de Estado, Antony Blinken, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y el secretario de Justicia, Merrick Garland.

Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tratado de minimizar el hackeo que sufrió el servidor central de la Sedena por parte del grupo de piratas informáticos denominado Guacamayas, el gobierno de Estados Unidos considera que este ataque del que se extrajeron 6 terabytes de información suele ser un asunto delicado que no se debe ignorar.

En los últimos días varios medios de comunicación han publicado algunos de los archivos sustraídos por Guacamaya en donde se exhiben algunos asuntos en los que no queda bien parada la administración de la 4T, como el que según análisis geológicos del Tramo 5 del Tren Maya Cancún-Tulum que fue entregados al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), se advirtió desde abril de 2020 que el suelo de la zona es considerado de “peligro alto a severo” por “hundimiento e inundación”, debido a la gran densidad de cenotes.

También se revela que el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona tuvo pactos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para calmar la narcoguerra.

Otro archivo exhibido destaca que el sureste de México es un mar de drogas y es una zona de disputa entre 12 cárteles del narcotráfico, entre estos el Cártel de Caborca, fundado por Rafael caro Quintero.