La Ciudad de México se ha quedado sin espacios para albergar a miles de migrantes de al menos 20 nacionalidades que ahora son parte de la población en situación de calle, derivado de que el gobierno capitalino, que encabeza Martí Batres, ignora "el grito de auxilio" de la sociedad civil que clama ayuda para dar cobijo a niños, mujeres embarazadas y hombres procedentes de países como Haití, El Salvador, Venezuela, Honduras y Nicaragua, entre otros.

Los responsables de la Casa de Acogida y Formación para mujeres y familias migrantes (Cafemin) y activistas responsabilizaron a las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México del desbordamiento de los espacios de acogida para los miles de migrantes que solos o en familia ya pernoctan en las calles capitalinas, en las terminales de autobuses, afuera de iglesias y entradas de domicilios particulares, lo que a la vez los pone a merced de grupos delictivos y de los policías capitalinos que los extorsionan para no entregarlos a las autoridades migratorias.

"Hemos lanzado ya un grito de auxilio a las autoridades del gobierno capitalino, porque de verdad ya no cabe ni un alfiler más. Estamos saturados y ya hay un número grande de migrantes en situación de calle, en la mendicidad. En el gobierno no nos ha recibido, y cuando lo hacen es con una simulación del diálogo. Se corre el riesgo de que se cierren los pocos espacios que aún se tienen para atender de manera humanitaria a los migrantes", dijo la hermana María Magdalena Silva Rentería, una de las encargadas de Cafemin, centro de acogida ubicado al norte de la capital del país.

Refirió que la crisis humanitaria que hoy enfrenta la Ciudad de México -que antes era un ciudad santuario- era previsible, pero el gobierno capitalino ignoró las alertas, y ha abandonado sus responsabilidades legales, incluso violar leyes como la de Interculturalidad, Atención migrantes y movilidad humana con lo que ha contribuido a agravar las condiciones de estancia de los migrantes en México.

Silva Rentería señaló que los migrantes son objeto de amenazas de elementos del Ejército, de la Guardia Nacional y de las policías locales que extorsionan a los migrantes a lo largo de todo el país.

"La Ciudad de México se ha convertido en un punto estratégico para el tránsito y destino de personas migrantes, lo que ha derivado en la sobresaturación de los albergues y espacios de acogida de la sociedad civil, que desde hace un año han estado atendiendo hasta en un 900 por ciento de su capacidad instalada. Insistimos, la crisis humanitaria que actualmente se vive en la Ciudad de México es responsabilidad de las autoridades y no de las personas migrantes y solicitantes de protección", resaltó la hermana María Magdalena.

En tanto, Farida Acevedo, de la Fundación Humano y Libre, Venezuela somos todos, pidió que las autoridades en vez de ofrecerles cobijas, mejor condicionen espacios para dar cabida a las mujeres, niños y hombres que no tienen un lugar para pernoctar y todos los días viven en el maltrato, la xenofobia y la mendicidad.

En Cafemin sólo hay disponibles 46 camas para 120 personas y la prioridad para este albergue son los niños y mujeres.