La Fiscalía General de la República optó por hacer relatos de lo vivido por Ciro Gómez Leyva en lugar de presentar pruebas de la participación de mujeres que, en apego al nuevo sistema de justicia penal, optaron por declararse culpables en delitos relativamente menores.

Y así, con todo puesto para solucionar parte del caso, los fiscales asignados por la FGR llegaron a hacer una relatoría general en lugar de presentar las pruebas que los acusados están dispuestos a aceptar junto con una sentencia de unos tres años y una multa de 10 mil pesos. Con el acuerdo, los acusados asumen la culpa, pero salen de prisión casi de inmediato con medidas cautelares.

Por su parte, la fiscalía sale voctoriosa en el sentido de que logra una condena y resuelve parte del caso, en este caso de participantes poco relevantes en un caso de alto impacto, el intento de asesinato de uno de los periodistas más relevantes de la última década.

Sin embargo, los fiscales incurrieron en un fallo que se está reproduciendo en todos los juzgados del país. Los fiscales no dominan el sistema de justicia penal acusatorio, siguen acumulando expedientes en papel y llegan a leerlos en audiencias donde deben plantear, a partir de pruebas, la cronología de los eventos juzgados y la participación delictuosa de los acusados.

Los fiscalías, antes procuradurías, tuvieron desde 2008 para preparar a su personal a perticipar en juicios orales, pero es muy frecuente que no puedan enfrentar las digerentes partes del proceso con eficienia. Sencillamente lo desconocen y no lo saben manejar.

Amables, los colaboradores de Ciro Gómez Leyva indicaron que probablemente se trató en este caso de una estrategia de.los ficales que no gustó al juez.

No, en realidad los fiscales debieron pedir una nueva fecha para presentar una relatoría que este viernes, a más de un año del atentado, llevaban muy mal hecha.