El plan México-EU para involucrar a más países latinoamericanos en el control del flujo migratorio hacia el norte dio un paso importante este miércoles: Guatemala está aceptando, en principio, adherirse y poner los tapones al tráfico humano más al sur, en su frontera con México. A cambio recibirá recursos económicos como inversión.

Se trata de una victoria a la ruta trazada por México, específicamente por López Obrador, pero cuyo mérito final debe atribuirse a la canciller Alicia Bárcena, quien ha sabido traducir los esquemas generales del presidente mexicano a algo tangible que interese tanto a EU como a los países latinoamericanos involucrados.

Guatemala mandó este miércoles a su canciller Carlos Ramiro Martínez y a su ministro del interior, Francisco José Jiménez, al departamento de estado norteamericano. Allí, en presencia de la representación mexicana, recibió del secretario Antony Blinken la propuesta de lograr un modelo único regional.

México y Estados Unidos decidieron en enero pasado esta ruta de acción sin contar con la presencia de Guatemala, de Colombia y de Panamá, países a los que la propuesta afecta directamente. Los dos últimos países deberán establecer controles eficaces en la zona del Darién, la zona selvática en la que, simbólicamente, por los peligros que representa, inicia el transitar de más de 400 mil personas cada año en dirección al norte.

La canciller mexicana Bárcena señaló que los gobiernos de México, Estados Unidos y Guatemala tienen en sus manos “una oportunidad única”. Para Guatemala, participar en este plan regional le representará inversiones notables en infraestructura, salud, educación, electrificación y vivienda.

La reunión solidificó las áreas claves de colaboración entre los tres socios, incluidos los temas relacionados con causas estructurales y desarrollo, la aplicación de las leyes fronterizas, las vías de movilidad laboral y la migración ordenada, humana y regular en la región.

Desde enero pasado quedó claro que el objetivo de México y Estados Unidos era involucrar de manera activa a países que ven el tránsito de migrantes sin tomar acciones relevantes al respecto. Ven llegar a los migrantes por un lado e irse por el otro.

La reunión de altos funcionarios de EU, Guatemala y México en el Departamento de Estado de este miércoles estuvo capitaneada por Blinken, pero también contó con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas y la asesora presidencial de Seguridad Nacional, Elizabeth Sherwood-Randall, por parte de los Estados Unidos. Más alto nivel, imposible.

“La reunión solidificó las áreas claves de colaboración entre los tres socios, incluidos los temas relacionados con causas estructurales y desarrollo, la aplicación de las leyes fronterizas, las vías de movilidad laboral y la migración ordenada, humana y regular en la región”, indica la comunicación oficial emitida de la reunión.

En la reunión se hizo explícita la importancia de promover inversiones en Guatemala y de crear empleos en la zona de tránsito migratorio.

Las delegaciones se comprometieron a ampliar el acceso a las vías de movilidad laboral como una respuesta a los desafíos migratorios”.

Los tres países discutieron esfuerzos para combatir la trata de personas y la importancia de los programas para prevenirla. Colombia y Panamá, ausentes en la reunión en el Departamento de Estado, ya han comenzado a intercambiar información sobre tráfico de personas y es posible que ese sea un punto de mucho interés para ellos.

México, Guatemala y EU se comprometieron a crear un grupo de trabajo trilateral de carácter operativo que trabajará para mejorar la seguridad, el cumplimiento de la ley, los procesos, e infraestructura a lo largo de sus fronteras internacionales. Se hizo también explícito que “las autoridades policiales de los tres países colaborarán para detectar las deficiencias en materia de seguridad, intercambiar información y elaborar planes operativos coordinados”.

Los participantes reafirmaron su compromiso con otras iniciativas de cooperación regional, incluida la Cumbre de Vías de Migración Laboral que será organizada en mayo conjuntamente por México, Colombia y la Organización Internacional para las Migraciones.

En un comunicado por separado de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana, se hizo hincapié en que Bárecna dejó en claro la posición del gobierno de López Obrador: “Nosotros a los migrantes los vemos como personas en movilidad laboral, eso es lo que vemos. Son personas que están buscando oportunidades y por eso, creemos que estamos en un momento en el que para convertir la migración en una opción y no en una obligación, tenemos que ir a las causas profundas, las causas de raíz, y ese es uno de los temas de nuestra agenda”