La aprobación de la reforma al artículo 123 constitucional en la que se plantea la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas más dos días de descanso obligatorio es inviable, porque se agotó el tiempo para ser discutirla en el pleno de la Cámara de Diputados ante la proximidad de que concluya el actual periodo ordinario de sesiones, por lo que quizá sea en febrero cuando se retome el debate del dictamen, admitió Juan Ramiro Robledo, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales en San Lázaro.

El legislador morenista señaló que la Comisión que preside ya votó un dictamen y no puede modificarlo ante las opiniones en pro y en contra que se recogieron en los foros de análisis sobre esta reforma, pues corresponde al pleno camaral presentar las propuestas para cambiar la reforma al artículo 123 de la Carta Magna.

Robledo Ruiz responsabilizó a la Junta de Coordinación Política (Jucopo), que preside el panista Jorge Romero, y a la Mesa Directiva, a cargo de la priista Marcela Guerra, determinar cuándo le dan fecha de debate al dictamen ante el pleno.

Por ello, Juan Ramiro Robledo consideró que la discusión y eventual aprobación de este dictamen ya se dará en el siguiente periodo ordinario, que inicia el 1 de febrero de 2024.

El legislador confió en que haya voluntad política y se vote el dictamen a favor y no se quede en la “congeladora”.

Señaló que aunque hubiera un espacio para discutir el tema, la reforma constitucional tendría que entrar en vigor de manera gradual, de manera prorrogada ante un supuesto impacto en la fuerza laboral de las diversas actividades económicas en el país.

A principios de semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que la reforma al 123 constitucional debería tener más espacio de discusión y análisis, esto luego de que el sábado pasado el empresario Carlos Slim comentara tras la inaguración del nuevo aeropuerto de Tulum, Quintana Roo, que si los trabajadores mexicanos querían ganar más, pues tienen que trabajar más.