Nacional

La jerarquía católica del país demanda respeto a la Iglesia en Nicaragua

El gobierno nicaragüense ha acabado con las voces críticas que ahora están en la cárcel o en el exilio

El obispo Rolando Álvarez retenido en la curia episcopal de la Diócesis de Matagalpa en Nicaragua

El obispo Rolando Álvarez retenido en la curia episcopal de la Diócesis de Matagalpa en Nicaragua

Semanario Desde la Fe

La jerarquía católica de nuestro país criticó que el actual gobierno en Nicaragua ha acabado con todas las voces críticas y pensantes que en la actualidad se encuentran en la cárcel o en el exilio.

“La última voz que permanece con autoridad moral para denunciar los atropellos que se están dando es la de la Iglesia Católica”, refirió, al tiempo que señaló que resultado de tal forma de gobierno, son los últimos acontecimientos que llevaron al acoso y finalmente la detención de monseñor Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa, y otros acompañantes, que ha causado una indignación casi unánime en el mundo entero, condenando todo lo que está sucediendo.

En este sentido, en la editorial “Respeto a la Iglesia en Nicaragua”, publicado en el semanario Desde la Fe, la Iglesia católica de nuestro país refirió que ante tal panorama que se vive en el país centroamericano, se ha pronunciado la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, así como la Unión Europea, la Organización de los Estados Americanos (OEA) con un enérgico pronunciamiento, muchos otros gobiernos y organizaciones internacionales, las conferencias episcopales de toda América, incluyendo a la CELAM.

La respuesta, como en todos los demás casos, “raya en el cinismo de la llamada pareja presidencial: se detuvo a monseñor Rolando Álvarez para “recuperar la normalidad para la ciudadanía y las familias matagalpinas”. Los que quisieron liberar a Nicaragua de una dictadura, se han vuelto peores, se criticó en la publicación.

Ante tal situación, los obispos de México, recordaron que las ideologías siempre acaban mal, como lo ha declarado el propio Papa Francisco, “quieren ayudar a los pobres, pero no con los pobres, más aún, no dejan pensar a los pobres. Las ideologías populistas acaban siempre en dictaduras que afectan mucho más a sus pueblos que lo que pretenden beneficiar”, cita el Semanario.

Asimismo, se recordó que el origen del actual gobierno de Nicaragua, se dio entre los grupos revolucionarios que derrocaron a la dictadura de la familia Somoza, en julio de 1979. La confusión que se produce inevitablemente cuando se da un cambio violento, no ha permitido consolidar la democracia en este país Centroamericano en los últimos 40 años.

Al contrario, un grupo dominado por las ideologías de la izquierda latinoamericana se ha consolidado en el poder político por vía electoral desde el 2006, prometiendo la superación de la pobreza, apertura para los empresarios y la inversión internacional, respeto a las libertades y los derechos humanos de todos los ciudadanos y manifestando su cercanía con la Iglesia Católica.

Sin embargo, una vez en el gobierno, han dejado de lado todas las promesas, cambiando las leyes a su conveniencia y acallando a los críticos de cualquier signo, con el único interés de mantenerse en el poder.

Asimismo, en la última reelección, en noviembre del año pasado, “ha sido la más fraudulenta y represora, controlando y censurando los medios de comunicación, encarcelando a todos los que estaban como candidatos en la contienda presidencial con acusaciones absurdas, atacando y cerrando todas las actividades de la sociedad civil, incluyendo las instituciones de servicio social y beneficencia, confiscando sus bienes, con una agresión directa a las Hermanas de la Caridad de Santa Teresa de Calcuta, expulsándolas del país”, se indicó en la publicación, por lo que se señaló que el Sumo Pontífice Francisco y la Iglesia “siguen el camino de la prudencia, invitando a la oración y a la resistencia pacífica”.