
Debido a que, como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, miles de mexicanos han tenido que trabajar en casa y ante la necesidad de pasar una buena parte del día frente a la computadora, en los últimos meses, se notó que con más frecuencia las personas sufren dolor de cabeza, dolor en la espalda lumbar y, a veces, dolor del cuello, ello podría tener su origen en el hecho de que la posición que se adopta para trabajar no es la adecuada y esto está contribuyendo al dolor.
Con el obligado confinamiento al que llevó la pandemia por la COVID y ante la necesidad de romper cadenas de contagio, en muchas empresas se mantiene la medida de que sus trabajadores cumplan con sus funciones desde casa, lo que obligó a trabajar en un escritorio, quizá improvisado, puede ser la causa más común de los dolores mencionados, sin embargo, revisar y rediseñar el sitio de trabajo puede aliviar las molestias.
Ante esta situación, Jill Henderzahs-Mason, fisioterapeuta para bienestar, Programa de Vida Sana en Mayo Clinic de Rochester, Minnesota, recomendó que lo primero a revisar es el sitio donde se encuentra la computadora y el lugar de trabajo, ya que es muy frecuente que muchas personas se tensan para ver una pantalla de computadora que está colocada muy lejos, muy bajo o muy alto, o que es pequeña o oscura, y todos estos factores impiden mantener una buena postura.
Asimsimo, refirió que la cabeza humana pesa 12 libras, es decir, poco más de cinco kilogramos, en promedio, sin embargo, cuando se dobla el cuello a 45 grados, la cabeza ejerce una fuerza sobre éste de casi 50 libras (alrededor de 22 kilos).
Esa presión, además de tensionar las articulaciones y los músculos de la cabeza y de los hombros, también afecta la respiración y el estado de ánimo.
VIGILA TU POSTURA AL TRABAJAR SENTADO
A fin de aliviar la tensión, Jill Henderzahs-Mason resaltó que se debe rediseñar el sitio de trabajo para tener una postura con buena alineación, y con el objetivo de mejorar la ergonomía, es importante tomar en cuenta aspectos como: si la pantalla está ubicada en una posición que se puede mirar bien sin ningún tipo de tensión.
En caso de no ser así, hay que levantar, o bajar la pantalla o la silla, de modo que los ojos queden a la misma altura que el borde superior de la pantalla, y para el caso de quienes utilizan lentes bifocales, posiblemente se tenga que bajar la pantalla entre 1 y 2 pulgadas (2.5 a 5 centímetros).
Si es necesario también se deberá tomar en cuenta acercar o alejar la pantalla para que pueda leer fácilmente, agrandar el tamaño de la letra en la pantalla y si es el caso de utilizar una computadora portátil, contemplar la posibilidad de conectarla a una pantalla más grande.
Las mismas observaciones deben hacerse para el caso del “mouse” o el teclado, que estén ubicados a una distancia adecuada para poder alcanzarlos sin necesidad de estirarse.
De mucha ayuda será observar la altura del escritorio o levante la silla para que los antebrazos queden paralelos al suelo o apenas un poco hacia abajo y las muñecas no apunten ni hacia abajo ni hacia arriba.
Si la silla que utiliza no permite conservar las curvaturas normales de la espalda, como la curvatura lumbar, hay que levante la silla, para que no estar sentado recto y en un ángulo de 90 grados, sino más bien con un ángulo de 115 a 120 grados entre el torso y los muslos, y ver que los pies toquen el suelo o colocar un taburete, así como levantarse de su sitio y descansar al menos cada 30 minutos.
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