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Mastografía, prueba que permite descubrir a tiempo “bombas” milimétricas

Mujeres sin síntomas o antecedentes de cáncer deben someterse a una mastografía de tamizaje anual a partir de los 40 años

entrevista

La mastografía, es la prueba que ofrece máxima certeza para la detección de cáncer de mama

La mastografía, es la prueba que ofrece máxima certeza para la detección de cáncer de mama

pino moreno

Alrededor de 30 mil mujeres en nuestro país, cada año descubren que hay una “bomba de tiempo” en su pecho llamada cáncer de mama, el tumor maligno más común y mortal a nivel mundial en el género femenino.

El panorama se complica si consideramos que esta enfermedad suele ser diagnosticada en estadios avanzados, lo cual eleva aún más su costo económico, así como el emocional y social, al ser las mujeres protagonistas fundamentales en la vida familiar y laboral de nuestro país.

En ese sentido, en entrevista con Crónica, la doctora Mónica Rincón Camargo, Directora Nacional Operativa de Gabinetes Radiológicos de Grupo Diagnóstico PROA, aseveró que en la actualidad enfrentamos un desafío para que las mujeres retomen la revisión de sus senos de manera periódica (ya sea por control o por si notan o palpan alguna anormalidad), luego de que fue uno de los aspectos de la salud de las mujeres que se descuidó durante la emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2, ante el temor contagiarse de este virus si acudían a realizarse estos estudios de revisión.

En el marco del mes contra el cáncer de mama, la doctora Rincón Camargo, señaló que los estudios de imagen en la patología mamaria siguen siendo indispensables para la detección temprana, clasificación y tratamiento del cáncer de seno.

“La mastografía es considerada el gold standard, -la técnica diagnóstica que define la presencia de esta condición con la máxima certeza conocida-, para el diagnóstico por imagen en el cáncer de mama en la población en general. De hecho, el Consenso Mexicano sobre Diagnóstico y Tratamiento de esta neoplasia estima que ha contribuido a una reducción del 21% en su mortalidad pues, entre otros aspectos, es la única técnica de estudio que permite evaluar adecuadamente las microcalcificaciones, es decir, depósitos de calcio tan pequeños que no somos capaces de palpar”, detalló.

En este mismo sentido, puntualizó que “hace dos años, en Laboratorio Médico del Chopo (marca perteneciente al Grupo PROA junto con Acceso Salud, Imagenus, Carpermor y Fundación Luis Pasteur), se observó una disminución del 35% en el volumen de estudios de mastografía efectuados.

Afortunadamente, abundó, eventualmente muchas mujeres han ido retomando la importancia de realizarse este tipo de estudios y la trascendencia que tiene para ellas y su entorno familiar, laboral, económico, el hecho de acudir a revisiones periódicamente para poder detectar a tiempo esta patología, lo cual se ve reflejado en las 82,485 mastografías realizadas en 2021, en las más de 20 entidades donde se cuenta con sucursales de estos laboratorios.

Respecto al temor que todavía en la actualidad pudieran tener muchas mujeres, respecto al eventual riesgo que podrían correr por la presunta exposición a radiaciones al momento de hacerse una mastografía, la doctora Mónica Rincón, puntualizó que el aparato empleado (mastógrafo) debe cumplir con un estricto control de calidad para garantizar una buena resolución de imagen y una baja dosis de radiación, al tiempo que enfatizó que no hay evidencia de riesgo para la glándula tiroides en el cuello, por lo cual no se necesita protección en esa zona al momento del estudio.

“En la actualidad, los mastógrafos están diseñados para reportar lesiones milimétricas que no serían perceptibles en la autoexploración y, gracias a los avances tecnológicos, se ha logrado que las tomas sean más rápidas” y aunque reconoció que se trata de un estudio que pudiera resultar en algunos casos un tanto incómodo o a veces hasta doloroso, enfatizó el hecho de que el mismo, implica dedicarle no más de 10 minutos al año para dar con un resultado que puede salvar la vida de las mujeres, con lo que al final, esa molestia no se compara en nada con los beneficios que ofrece”, explicó.

Al representar más los beneficios de realizar una mastografía a tiempo, para una detección que podría salvarle la vida a las mujeres, la doctora hizo un exhorto a las todas las mujeres a acercarse con su médico para determinar cuál es el estudio más adecuado para su perfil, ya que si el cáncer de mama se descubre en etapa temprana, y se inicia de inmediato el tratamiento, el pronóstico es mucho menor y de paso, y el impacto económico es verdaderamente inferior, ya que, citó, tal como refiere la Organización Panamericana de la Salud (OPS): “no solo es muy inferior el costo del tratamiento en las primeras fases, sino que quienes lo padecen pueden seguir trabajando y dando apoyo a sus familias”.