
El señor Francisco, salvó la vida de su hijo Víctor de 25 años, quien se encontraba en peligro inminente de muerte por Insuficiencia Renal Crónica.
El regalo de vida que le dio el señor Francisco a su hijo, fue la donación de uno de sus riñones, para que Víctor pudiera seguir adelante con su vida.
La coordinadora hospitalaria de Donación de Órganos y Tejidos del Hospital General de Zona (HGZ) No. 2, doctora Sofía Alejandra Ozorio Quintana, explicó que el único tratamiento curativo que existe para la insuficiencia renal es el trasplante renal, lo que hace obligatorio contar con un donador compatible con el paciente.
En este sentido, señaló que alrededor del 20% de los enfermos renales encuentran un donador compatible, “así que Víctor fue muy afortunado al encontrar en su padre un riñón para vivir.
Resaltó que para poder llevar a cabo la donación exitosa del riñón, se les tuvo que realizar más de 100 estudios que demostraron la compatibilidad entre padre e hijo y, posteriormente, realizó las gestiones para la cirugía de trasplante en el Tercer Nivel de Atención”.
En el proceso intervino un equipo multidisciplinario conformado por personal de nefrología, cardiología, urología, trabajo social, endocrinología, psiquiatría, odontología, nutrición, otorrinolaringología y medicina interna, quienes lograron que el paciente alcanzara las mejores condiciones para someterse a la cirugía de trasplante y que el cuerpo no rechazara el órgano. Dicha cirugía se realizó en el HGZ No. 33 en Monterrey, Nuevo León.
En su oportunidad, Francisco, donador de su hijo Víctor comentó: “sabíamos todo lo que implicaba este procedimiento, pero su mamá, hermanos y yo estábamos dispuestos a ser donadores. La prioridad era la vida de Víctor. Queríamos que tuviera una segunda oportunidad y el Seguro Social nos ayudó para ello”.
A su vez, Víctor, el receptor del riñón de su papá relató que pasaron cuatros años, dijo, cuando él empezó con malestar general y un diagnóstico de Hipertensión Arterial, “luego apareció una hemorragia nasal permanente y, tras varios estudios, se confirmó la sospecha de insuficiencia renal.
Indicó que se mantuvo más de tres años en hemodiálisis, “pero gracias a mi papá y al apoyo del IMSS para hacer el trasplante, hoy me encuentro sano y hago mis actividades normalmente; estoy revalidando estudios para regresar a estudiar enfermería y también continuar con la práctica de charrería. Mi papá sigue como maestro de banda de guerra en una preparatoria”.
Padre e hijo expresaron su agradecimiento para familiares, amigos, así como a todo el personal médico, de enfermería y en general de todas las áreas “en las que estuvimos, tanto en Aguascalientes como en Monterrey. La atención y el trato siempre fue cálido y profesional”.
Por su parte, la doctora Ozorio Quintana destacó la importancia que tuvo en el proceso médico la disposición de Francisco y la disciplina de Víctor para seguir al pie de la letra las instrucciones de cuidados y alimentación.
También reconoció el trabajo conjunto del equipo multidisciplinario de salud de Aguascalientes y de Monterrey para lograr un trasplante exitoso y condiciones óptimas, tanto para el donador como para el receptor que, al día de hoy, gozan de plena salud y han retomado sus actividades sin limitaciones.
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