La diputada panista María Teresa Castell de Oro informó que denunció a cuatro legisladoras transgénero de Morena por presunta violencia política contra mujeres por razón de género.

Señaló que las legisladoras María Clemente García Moreno, Salma Luévano Luna, Victoria Sámano y Laurel Miranda han usado redes sociales y la Cámara de Diputados

para calumniarla y calificarla como "trasodiante" que la pone en riesgo y menoscaba su imagen en el contexto de la muerte de le magistrade Jesús Ociel Baena Saucedo, ocurrida en Aguascalientes

Luego de anunciar que presentó una iniciativa de reforma constitucional en la que se "reconoce que sólo hay dos géneros en salud, deporte y derechos de los niños", la empresaria del sector turístico del Estado de México expresó que las diputadas y diputados de esta LXV Legislatura, y de todos los partidos, incluso de Morena, "se han dado cuenta del gran error que ha sido tener a este tipo de personas en la Cámara".

"Que esto nos sirva de aprendizaje, de que no se pueden otorgar privilegios a ciertos sectores quitándole derechos a otros, y menos a las mujeres”, señaló.

La diputada panista que buscaba un escaño, pero sólo le quedó la opción de reelegirse en San Lázaro, precisó que las legisladoras transgénero fueron denunciadas ante el Instinto Nacional Electoral (INE) y también –dijo–presentará una demanda por daño moral ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, pues “resulta lamentable el discurso de los representantes (de la comunidad) LGBTTTIQ+ de la bancada de Morena para incentivar la violencia hacia mujer limitándose a presentar pruebas y falsas acusaciones”.

"A las mujeres nos ha llevado conquistar espacios públicos para que hoy personas ajenas se cuelguen de nuestros logros”, expresó Castell de Oro.

Consideró que las manifestaciones que realizan Luévano Luna y García Moreno no son sólo infundadas, sino además irresponsables, pues “con ello tratan de hacer creer a la sociedad LGBTTTIQ+ que se encuentran amenazadas, poniendo en peligro mi integridad física y personal, ante la desconfianza que generan con sus palabras.

"La supuesta paridad de género de esta Legislatura es un mito. Sé que seguiré siendo amenazada por Clemente y su séquito de gente violenta, pero no dejaré de luchar. Pensar diferente no es un delito, así como tampoco puede ser un pretexto para atacar a los demás. Por mi parte, no voy a callar, y donde haya que defender a cualquier mujer, ahí estaré".