A menos de 72 horas de ocurrido un dantesco incendio que cobró la vida de 39 migrantes centro y sudamericanos en un centro de detención en Ciudad Juárez, Chihuahua, bajo la responsabilidad del Instituto Nacional de Migración (INM), dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob), el responsable de la política interna del país, Adán Augusto Hernández, ignoró a los deudos de las víctimas y viajó a Coatzacoalcos, Veracruz, para atestiguar la inauguración de una nueva planta de Braskem, y se mostró muy sonriente al escuchar que puede ser el próximo Presidente de México.

Acompañado del diputado federal de Morena, Sergio Gutiérrez Luna, el funcionario federal envió sus sludos a Veracruz, a Coatzacoalcos y Minatitlán.

Gutiérrez Luna reveló el viaje López Hernández al destacar en Twitter: “Aquí de chofer del próximo Presidente, @adan_augusto por las calles de Coatzacoalcos 😎. Saludos a todo el sureste de Veracruz”.

Horas después de responsabilizar al canciller Marcelo Ebrard de la política interna del país -cargo que es facultad del funcionario tabasqueño-, Adán Augusto sonrió en compañía del legislador morenista, de quien dijo que es su “hermano”.

Mientras en México, Centroamérica y Sudamérica, las imágenes de la propagación del fuego causan indignación por los impertérritos guardias que dejan que los migrantes sean consumidos por el fuego que inició con la quema de colchonetas por parte de los indocumentados, el secretario de Gobernación evade su cargo.