Para Jorge Kahwagi Gastine, presidente y director general de Grupo Editorial Crónica, son tiempos de comenzar cada jornada diaria mirándose al espejo, pupila frente a pupila, sintiéndose vivo y en agradecimiento permanente a Dios. Así lo ha hecho. Así lo hizo antes de dirigirse al Museo Nacional de Antropología para presidir la décimo primera entrega de los Premios Crónica…

“Soy un hombre de fe, convencido que desde arriba se ilumina nuestro camino de todos los días. Ahí, reflejado en el espejo, yo decía: ´gracias señor por permitirme, una vez más, aportar mi granito de arena, regar un poquito la semilla de este México que se mueve con ideas y trabajo, con propuestas y acciones´. Porque eso es lo que hacen los científicos, investigadores y académicos premiados: crear conocimiento en beneficio del país”.

-Me imagino que para usted no fue cualquier reencuentro, no sólo por los meses tristes de la pandemia y por la pausa del año pasado, sino por la actual coyuntura que envuelve a los científicos del país…

-No, fue un reencuentro especial, una forma de decirle a la comunidad que seguimos de pie y que estamos permanentemente orgullosos de nuestros científicos, académicos e intelectuales, y de su valía, porque son muestra palpable de que hay más gente que trabaja por el país de la que está empeñada en destruirlo. No hay duda de los retos en puerta, pero es más fácil superarlos en compañía de hombres y mujeres de ciencia. La pandemia nos ha enseñado las vicisitudes de la vida, pero también la importancia de quienes hacen investigación, incluso para sobrevivir.

-La sobrevivencia es una palabra que suena implacable…

-A veces no nos gusta, pero es cierta: ya vimos cuántas muertes ha ocasionado el COVID-19 y cómo se volvió urgente la formulación de vacunas. Fue el buen resultado de las investigaciones en laboratorios y aulas lo que nos ha permitido palear el virus y tener este tipo de reuniones. Durante muchos meses no teníamos el valor de convivir con la gente, ahora lo podemos hacer, obviamente con todo el cuidado. ¿Por qué lo hacemos? Porque ya casi todos estamos vacunados. Y la vacuna no salió del cielo, es producto de la inteligencia.

-Hablaba en su discurso de que la ciencia y la investigación pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte…

-Vivir o morir es una moneda que nos cimbra, porque nos da miedo hablar de la muerte, pero es real: fueron muchos quienes se nos adelantaron y muchos los que se han logrado salvar. Y hay que valorar una cara y la otra. Los Premios Crónica son una forma de decirle a los científicos y académicos: ´aquí estamos, nuestras páginas también son suyas y están abiertas a sus estudios y publicaciones´.

-¿Qué mensaje envía Crónica en momentos en los cuales pareciera que el trabajo académico es desdeñado?

-El mensaje es muy claro: el trabajo universitario, científico y tecnológico debe ser respetado y arropado por la sociedad. Crónica busca ser un referente a favor de su reconocimiento, de su aliento, porque encierra valores, luz y conocimiento útil. La sociedad misma se ha levantado en defensa de sus investigadores y científicos, los ha protegido, y nosotros acompañamos ese respaldo social.

-¿Es una forma en la que Crónica refrenda su compromiso con la sociedad?

-Hacia donde vaya la sociedad, irá Crónica. Y lo hacemos por convicción, porque nuestra única filosofía es México. Todo lo que beneficie al país, será respaldado, como repudiado lo que lo lastime, ahí seremos oposición. Crónica defenderá el papel que ha jugado desde sus inicios y hasta ahora: el de un foro abierto a la expresión de mexicanas y mexicanos de bien. Siempre será un medio que dé voz a la gente, y que tenga a un grupo de periodistas y reporteros sensibles, inteligentes, comprometido con las mejores causas.

-La libertad de expresión se ha convertido en otro punto de discusión de los últimos tiempos. ¿Cómo la valora desde su trinchera?

-Nosotros seguimos trabajando con libertad. Nadie puede negar que en nuestro país hay libertad de expresión, pese a que muchos no la entienden o la ejercen mal. Ya lo vimos, como ejemplo, en los Premios: científicos y académicos se reunieron para expresar su punto de vista, con toda libertad y sin cortapisas, y eso hay que resaltarlo. Seguiremos adelante con apertura y libertad.

Jorge mirando a Jorge, en un destello de la existencia… Se escudriña y se describe “como un hombre agradecido con la vida propia y con la de otros seres incansables”.

Jorge frente al espejo. “No sabes qué afortunado me siento por ver de nuevo a los amigos, a los ejemplos de vida. Qué alegría por ver a gente como Pepe Carral (uno de los hombres de mayor prestigio en el mundo de los negocios y presidente del Club de Industriales), quien está cumpliendo 99 años, y vino a los Premios caminando, poco a poco y con ayuda de su bastón, pero sin perder la chispa, la brillantes, la generosidad y el amor por México”.

La mirada. La familia, siempre presente. El reflejo y la vida. Juego entrelazado de pupilas, mientras se teje del nudo de la corbata.

“Frente a mí mismo, tengo la certeza de que lo estoy haciendo bien, y sigo adelante. No soy de los que se sienta a echarse cenizas sobre la cabeza por las desgracias, al contrario, en momentos difíciles, sigo caminando y apuro el paso. Y nunca me siento solo, tengo a mi lado a una gran familia, un gran equipo”…