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Resurge ciudad perdida de migrantes, ahora en la Venustiano Carranza

Los niños juegan futbol en el día, las niñas con muñecas que les han regalado los vecinos. Cuando llueve cubren las casas de campaña con lonas, sin embargo, eso no ha impedido que amanezcan mojados

crisis migratoria 

Campamento de migrantes a espaldas de la camara de diputados

Campamento de migrantes en la Plaza de la Soledad en la Venustiano Carranza

Adrián Contreras

Centenares de migrantes haitianos, venezolanos, cubanos y de otras nacionalidades han instalado un nuevo campamento de al menos cincuenta casas de campaña en la Plaza de la Soledad, ubicada en la alcaldía Venustiano Carranza. Es una nueva ciudad perdida de migrantes, resurgida luego de la pequeña Haití en la Plaza Giordano Bruno, colonia Juárez, espacio que es férreamente vigilado para que no sea invadido por las personas que van en tránsito a los Estados Unidos.

La Plaza de la Soledad se convierte así un lugar para bañarse, cocinar con la ayuda de braseros, dormir, cortarse el cabello y, en el caso de los niños, jugar futbol en la explanada de la Parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora de la Soledad.

Los migrantes del nuevo campamento esperan sacar cita en la aplicación CBP One, mecanismo para ser recibidos por la autoridad migratoria estadunidense, y seguir su camino. Algunos llevan tres semanas pernoctando en la Plaza de la Soledad, los albergues capitalinos están a full, dice una mujer haitiana, de seis meses de embarazo, quien lleva tres días durmiendo en la calle.

Campamento de migrantes a espaldas de la camara de diputados

Campamento de migrantes en la Plaza de la Soledad en la Venustiano Carranza

Adrián Contreras
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“Estuve una semana en el albergue de la Parroquia, porque antes estuve dos días en el hospital, mi embarazo se complicó, después de esos cinco días me sacaron: tenemos que dejar el lugar para los nuevos que van llegando. Hay venezolanos que llevan un mes en el albergue, a nosotros los haitianos nos hacen a un lado, por nuestro color de piel, sufrimos discriminación, hasta cuando vamos a pedir trabajo a los mercados para lavar trastes”, comentó Malike, mujer migrante de Haití.

Los haitianos se concentran de un lado de la Plaza de la Soledad, con siete casas de campaña, quienes se han encontrado en el camino y ahora son “familia”, dijo Malike.

Migrantes haitianos

Migrantes haitianos

Liliana Gómez

Del lado contrario se encuentran pernoctando los venezolanos, quienes incluso con lonas y cartones hacen más casitas improvisadas.

Los niños juegan futbol en el día, las niñas con muñecas que les han regalado los vecinos. Cuando llueve cubren las casas de campaña con lonas, sin embargo, eso no ha impedido que amanezcan mojados.

“Los niños se han enfermado por el frío que se siente en la madrugada, más cuando llueve, vivir en estas condiciones no se lo deseo ni a mi peor enemigo”, señaló un migrante haitiano.

Migrantes formados para ingresar al albergue de la Parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora

Migrantes formados para ingresar al albergue de la Parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora

Liliana Gómez