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“Nos robaron los policías… ¡¡¡se llevaron todo!!!”

+ ¡¡Son indocumentados, cabrones… nos los vamos a llevar… ya se chingaron…!! fue la reacción violenta de presuntos policías que con abuso de la fuerza llegaron a una unidad habitacional en Ixtapaluca, al oriente de la Ciudad de México, donde desde hace días viven 17 migrantes cubanos, en tre mujeres, niños y hombres 

Historias de migrantes

Francisco Mejía

Francisco Mejía

Ocurrió el pasado jueves 5 de octubre, alrededor de las 4 de la tarde…

Un migrante de Cuba que veía a través de la ventana de una casa rentada, vio llegar una patrulla de la policía en Ixtapaluca de la que bajaron unos cinco presuntos policías… Era una camioneta azul con letras y números de color blanco.

“Llegaron a nuestra puerta y no tocaron, sino que golpearon; todos nos asustamos y ella fue a abrir aunque apenas estaba en ello y la puerta se abrió de golpe empujada por los policías que nos apuntaron con sus armas largas que llevaban…”.

+ ¡¡¡Todos al suelo…!!! Les gritó uno de los uniformados.

Al interior de esa casa ubicada en una unidad habitacional del municipio de Ixtapaluca al oriente de la Ciudad de México, viven desde días atrás alrededor de 17 migrantes cubanos, acompañados de menores de entre 4 y 6 años de edad…

Los niños comenzaron a gritar y llorar ante la llegada violenta de los policías vestidos con uniforme de color negro, cubiertos de la cara. Las armas no dejaban de apuntar, incluso hacía los niños que lloraban abrazados de sus madres.

+ ¡¡Son indocumentados, cabrones… nos los vamos a llevar… ya se chingaron…!!

+ Por qué, tenemos trámites; saltó uno de los migrantes intentando sacar algunos papeles de una mochila.

Pero fue parado en seco con un grito que alertó a más vecinos de los que en ese momento ya se agolpaban sobre los andadores y las ventanas de la unidad habitacional, casi cerca del centro del municipio de Ixtapaluca, Estado de México.

+ ¡No te muevas cabrón o te disparo...!, ordenó un policía.

+ Pongan en el suelo sus cosas: aquí todos los celulares, aquí todo el dinero, aquí todos sus papeles y…

El uniformado se detuvo en sus ordenes que daba y preguntó “de dónde son, cuántos vienen, ¡¡salgan todos de las recamaras…!!”.

Los migrantes tienen menos de un mes de haber llegado a rentar a ese lugar. Igual que tantos otros del mismo país de Cuba que han llegado a vivir a ese municipio a casas o departamentos rentados e incluso a hoteles que se ubican sobre la carretera federal a Puebla en el mismo municipio de Ixtapaluca.

“No se meten con nadie y consumen lo que hay en las tiendas de la colonia, traen su dinero y ahí están, pero algunos vecinos que nos les gusta que hayan llegado aquí los denunciaron a la policía…”, relató una vecina.

Otro vecino dijo “pero los que llegaron no eran agentes de migración, no eran, sino policías del municipio que llegaron en dos camionetas y de una bajaron como cinco policías, así, con las armas en alto como si vinieran a detener a delincuentes… Cuando hay delincuentes y se les llama nunca llegan…”.

A esa hora, alrededor de las 4 de la tarde de ese día los cubanos descansaban tirados en el piso de las recamaras sobre cartones y cobijas; otros consumían alimentos en la sala, platicaban y jugaban. Algunos niños corrían por toda la casa pequeña. Había mucho ruido, gritos, risas y platicas en voz alta.

Pero cuando la policía golpeó la puerta se hizo un silencio “horrible, horrible, creímos que migración había llegado, pero fue peor…”. Dijo un cubano que no quiso ser identificado.

Ningún cubano quiso ser identificado por temor a represalias, incluso algunos se han cambiado de ese lugar donde fueron sorprendidos por presuntos policías. Entre los vecinos no hay concordancia: unos dicen que los que llegaron fueron de la policía municipal y otros aseguran que fueron elementos de la policía estatal.

Unas vecinas aseguraron que hubo un vecino que grabó la llegada de los uniformados. Pero nadie dice quién es ese vecino.

El policía que daba las ordenes para que sacaran dinero, celulares y papeles era de cuerpo alto y voz grave.

+ Si descubrimos que no entregan todos los celulares y dinero ahí donde les indique se la van a ver muy mal; les amenazó.

Uno a uno los cubanos, hombres y mujeres, fueron depositando lo que se les ordenaba por temor a las amenazas.

Dos presuntos policías se desplazaron al interior de las recamaras para constatar que todos habían entregado lo solicitado. Un migrante sacó de debajo de la cobijas unos billetes que llevó al lugar que se les había indicado.

Ante el amago de uno de los policías de comenzar un registro para constatar que habían cumplido la orden, otro de los migrantes sacó de la mochila papeles y un celular. Los colocó en el piso de la sala tal y como se les había ordenado.

El mismo uniformado que hablaba ordenó con su mirada a otro policía que recogiera todo del piso. Todo fue depositado en una mochila: papeles de tramites, identificaciones, celulares y dinero. Cosas valor.

Les fue robado todo por presuntos policías. “¡¡Se llevaron todo…!!”, grita un cubano.

Una vecina, informo que un abogado mexicano de los cubanos, había presentado ante el ministerio público la denuncia correspondiente, aunque el reportero no pudo confirmarlo.

Posterior al atraco las vecinas se organizaron y desde ese día les han llevado alimentos.

“Un poco que se les lleve de huevo, tortillas, arroz, café, pan, algo de despensa y es que ahí hay niños… No sabemos si se presentó o no la denuncia y es que ellos tenían miedo, porque los policías les amenazaron…”.

Los migrantes cubanos, según las vecinas que han estado cerca de ellos y les han prestado algún teléfono “se han comunicado con sus familiares que viven en Estados Unidos para informarles que les habían robado”.

Unos cubanos han salido de esa casa y otros aún quedan en el lugar “pero todos están temerosos y se encierran bajo llave. Porque se ve que pasan patrullas de vez en vez”.

“Los están amedrentando para que no denuncien y no hablen con nadie…”.