Con más de una década de práctica jurídica, Gabriel Castañeda Gómez Mont pertenece a una generación de abogados que ha comenzado a transformar la manera en que se litigan los casos penales de alto impacto en México.
Su trayectoria combina un rigor técnico poco común con una visión moderna del ejercicio profesional, que entiende al Derecho penal no sólo como un campo de defensa, sino como un espacio de generación de criterios, estándares y mejores prácticas.
Egresado de la Universidad Iberoamericana, con estudios en la Universidad de Columbia (EU) y especialización en el Instituto Hébo, Castañeda Gómez Mont ha forjado una carrera enfocada en la defensa penal de instituciones financieras, servidores públicos y empresarios. En este ámbito ha representado a actores clave como Intercam Banco, Actinver y Unifin, además de asesorar a figuras públicas.
Su enfoque, sin embargo, va más allá del litigio individual. Durante los últimos años ha construido alrededor de su práctica una metodología que combina investigación jurídica exhaustiva, modelación de escenarios y lectura precisa de los criterios de jueces, tribunales y fiscalías. Esto le ha permitido intervenir en asuntos de alto perfil con resoluciones favorables, y al mismo tiempo abrir camino para que otros profesionales sigan modelos de actuación mejor estructurados y más responsables.
Parte fundamental de su trabajo ha consistido en profesionalizar el litigio penal corporativo, un campo donde prevalecía la improvisación y la ausencia de procesos formales.
Castañeda Gómez Mont ha sido un impulsor de equipos interdisciplinarios, del uso de análisis financieros avanzados dentro de las estrategias de defensa, y de la consolidación de criterios técnicos que facilitan la toma de decisiones para directores jurídicos y consejos de administración.
En un contexto donde las instituciones financieras y empresas enfrentan investigaciones cada vez más complejas, su perfil se ha convertido en un referente confiable. Su práctica demuestra que el litigio penal contemporáneo requiere tanto precisión jurídica como una comprensión profunda del entorno económico y regulatorio. Y es esa combinación junto con una reputación cimentada en la integridad, la que ha llevado a que su nombre aparezca dentro de los abogados más sólidos de su generación.