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Destaca Mónica Bauer Mengelberg 4 pasos para desarrollar el aprendizaje continuo en las empresas

La experta en empoderamiento femenino en el entorno laboral explica que promover el aprendizaje continuo es un factor importante para adaptarse a los cambios estratégicos que exige el mercado.

Mónica Bauer Mengelberg

Mónica Bauer Mengelberg

El mundo laboral está lleno de transformaciones vertiginosas: crisis económicas, la revolución digital y desafíos de competitividad son algunos ejemplos. Por ello, promover el aprendizaje continuo es un factor importante para adaptarse a los cambios estratégicos que exige el mercado, señala Mónica Bauer Mengelberg, experta en empoderamientos femenino en el entorno laboral.

El aprendizaje continuo es definido como un nuevo enfoque de formación, que precisamente identifica al aprendizaje como una constante actualización y adaptación de los conocimientos a un entorno, el cual se encuentra en plena evolución, lo que puede lograr que los empleados sean más competitivos en el trabajo.

“Para estar al día hay que leer lo último en tecnología, biotecnología, educación y tantas materias nuevas que están apareciendo. No hay otra solución posible más que leer y ver cuanta novedad caiga en tus manos. No se trata de ser experto, pero, al menos, de aprender los nuevos conceptos”, explica en el libro “El poder de poder. Mujeres construyendo Latinoamérica”, del que es coautora.

Mónica Bauer Mengelberg, experta en empoderamientos femenino en el entorno laboral, menciona que dado a que todo está en constante cambio, las organizaciones tienen más confianza en que los colaboradores van a apostar por el aprendizaje continuo, así como la seguridad en sí mismos para adaptarse a situaciones nuevas. “Una persona que aprende rápidamente es bien valorada en los equipos de trabajo”, asegura.

Entre las cualidades que caracterizan a este tipo de personas se encuentra la curiosidad; también tienen confianza en sí mismas, un sentido de urgencia, son proactivas y toman riesgos. “Si se cuenta con la actitud y las habilidades de alguien que aprende rápido, hay que asegurarse de ser reconocido por esta cualidad. ¿Cómo hacerlo? Aplica las reglas de la autopromoción”, añade Mónica Bauer Mengelberg.

Ahora bien, la especialista ofrece cuatro pasos que ayudan a desarrollar el aprendizaje continuo, para que a los colaboradores se les reconozca con esa cualidad:

1. Mentalidad de una alumna. Mónica Bauer Mengelberg dice que cuando se trata de impulsar un cambio de comportamiento, hay que empezar a hablar de una misma y cambiar actitudes. Y una de las estrategias más efectivas consiste en repetir las siguientes frases:

“El mundo está cambiando rápidamente. Para ser exitosa, debo adquirir nuevas habilidades y conocimientos”. “He aprendido muchas cosas nuevas en mi vida y puedo seguir aprendiendo a través de la retroalimentación, la práctica, la investigación y la observación y el aprendizaje de los expertos”. “Voy a desafiar las creencias que me limitan. Lo haré cada vez que me esté diciendo a mí misma cosas como: no puedo, soy malísima, nunca he podido…”.

2. Ser una estudiante proactiva. Esto se puede lograr al recordarse a sí misma que se es responsable del propio aprendizaje, y nadie tiene el derecho de decidir hacia dónde se tiene que dirigir el camino de otra persona. “Yo actuaré con urgencia y buscaré la información que necesito”, agrega Mónica Bauer Mengelberg, experta en empoderamientos femenino en el entorno laboral.

3. Estudiar a los expertos. La manera más rápida de ascender en la curva de aprendizaje es estudiando a los expertos, gente que ya tiene el conocimiento y las habilidades que se quieren adquirir, apunta en el libro.

“A veces el solo hecho de observar cómo ponen en práctica sus habilidades es suficiente, en otros casos estos mismos expertos estarán dispuestos a compartir lo que saben y cómo hacen las cosas”, se lee en “El poder de poder”.

4. Autocrítica serena. Finalmente, Mónica Bauer Mengelberg recomienda poner en marcha una forma efectiva para reducir los altos niveles de aprobación, lo que es muy poderoso para ayudar a ser una aprendiz rápida.

“Lo que en muchas ocasiones frena a la gente a mejorar es el estar demasiado preocupada por cometer errores, sonar poco asertiva o admitir que no tiene conocimiento de algún tema. La autocrítica serena modera esa intensidad con la que te juzgas y censuras, te permite no quitar el dedo del renglón en el proceso de mejorar y seguir aprendiendo”, concluye Mónica Bauer Mengelberg, experta en empoderamientos femenino en el entorno laboral.