La Reserva Federal estadounidense mantendrá su tasa de interés oficial en torno al 5.25 por ciento, una muestra más de que la ortodoxia y la cautela siguen siendo los síntomas de nuestros tiempos.

La tasa podría ajustarse dos veces antes de concluir 2024, pero siempre con un ojo puesto a la inflación, que es el gran temor al que el sistema financiero tanto tema y que termina por congelar cualquier iniciativa de despegue económico.

La presidenta del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, señló que no es urgente atender este tema mientras la economía y el mercado laboral estadunideneses sean sólidos. La cautela, a ojos de la funcionaria, tiene su premio en la inflación que no galopa aunque siga por encima del objetivo del 2 por ciento.

“Lo peor que se puede hacer es actuar con urgencia cuando la urgencia no es necesaria”, declaró Daly, una de las 19 autoridades del banco central de Estados Unidos.

Durante su reunión de política de marzo, la mayoría de los responsables de la Reserva Federal preveían al menos tres recortes de tasas antes de finalizar este año. Pero la solidez del gasto de los consumidores y un mercado laboral en el que el desempleo fue del 3.8% el mes pasado, no hacen temer que la política sea demasiado restrictiva.