Los recursos económicos que contempla el paquete económico del 2023 resultarán insuficientes para cubrir las necesidades del gasto público y atender los rubros sociales de salud y educación, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

“Con todo y el fuerte aumento esperado de los ingresos, los recursos no serán suficientes para cubrir las crecientes necesidades del gasto público, especialmente para mantener los programas sociales en operación y los proyectos insignia del gobierno”, pronosticó

El organismo privado perteneciente al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) cuestionó el optimismo del gobierno federal sobre el proyecto de presupuesto federal para el 2023, y manifestó su preocupación por la sostenibilidad de las finanzas públicas bajo pronósticos alegres.

“A estas alturas hay mucha incertidumbre en cualquier pronóstico del precio del crudo para el año próximo. De hecho, al 9 de septiembre el precio del barril de la mezcla mexicana se ubicó en 82.50 dólares, casi cuatro dólares menos que al cierre de agosto y 16 dólares por debajo del cierre de julio”, alertaron los analistas económicos del CEESP.

Frente a perspectivas “más oscuras” para la mayoría de los expertos, para 2023, el optimismo oficial aumenta, y prevé que la economía crezca 3%, cuando el pronóstico promedio de los especialistas anticipa un avance de 1.3%, precisó el organismo.

Advirtió que cuando se elaboran presupuestos con base en previsiones macroeconómicas optimistas, como a menudo lo hacen todos los gobiernos, el déficit público termina ampliándose, incurriendo en más deuda o recortando gastos de menor prioridad política o haciendo uso de reservas presupuestarias.

“Esto último ya no es posible debido a que el gobierno las agotó en los ejercicios previos”, advirtió

El gobierno prevé que el próximo año los ingresos totales del sector público alcanzarán 7.1 billones de pesos, lo que significa un incremento de 9.9% en términos reales respecto a la cifra aprobada para 2022.

Lo anterior implicará aumento de 11.6% en los ingresos tributarios, que seguirán descansando en la fiscalización del SAT, refiere.

Aunque el programa fiscal para 2023 es factible, existen diversos riesgos que, de materializarse, podrían llevar a la necesidad de recortar algunos gastos, que seguramente no serán los prioritarios para el gobierno. Una vez más está en riesgo el gasto para fines como Salud, Educación, Seguridad Pública e inversión física distinta a los proyectos insignias del gobierno.

El CEESP criticó el nivel de optimismo con el que el gobierno de Andrés Manuel López elaboró el marco macroeconómico, incluso en materia de inflación.