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Tensiones entre Irán e Israel generan incertidumbre en economía mexicana

Volatilidad en mercados financieros y preocupaciones sobre el precio del petróleo y el tipo de cambio

Tensiones geopolíticas

el peso mexicano muestra una depreciación del 0.27%, operando alrededor de 16.6641 unidades por dólar

El peso mexicano muestra una depreciación del 0.27%, operando alrededor de 16.6641 unidades por dólar

Las recientes tensiones entre Irán e Israel han desencadenado preocupaciones sobre su posible impacto en la economía mexicana. Aunque los mercados financieros globales muestran cierta moderación, los precios del petróleo, sensibles a este conflicto, siguen siendo volátiles.

En la apertura de los mercados americanos, el peso mexicano muestra una depreciación del 0.27%, operando alrededor de 16.6641 unidades por dólar. Mientras tanto, el índice del dólar, que mide su desempeño frente a seis monedas internacionales, se aprecia en un 0.06%.

Los analistas señalan que el impacto del reciente ataque de Irán sobre Israel ha sido limitado, lo que ha ayudado a moderar las preocupaciones sobre un conflicto a gran escala. Además, la decisión de Estados Unidos de no apoyar una ofensiva israelí contra Irán ha contribuido a esta calma relativa en los mercados.

Aunque los precios del petróleo han subido en semanas recientes, el inicio de esta semana muestra una leve tregua, con el barril de Brent operando por debajo de los 90 dólares y el West Texas en torno a los 84 dólares.

En Estados Unidos, las ventas al menudeo de marzo superaron las expectativas, lo que ha generado un ambiente positivo en Wall Street. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de la política monetaria estadounidense persiste, con proyecciones de que los recortes de tasas podrían comenzar en septiembre y ser menos frecuentes de lo previsto anteriormente por la Fed.

En resumen, mientras continúa la escalada de tensiones entre Irán e Israel, los mercados globales muestran cierta cautela. En México, se recomienda una evaluación cuidadosa de los riesgos económicos y una planificación fiscal prudente para hacer frente a la incertidumbre en los mercados internacionales.