Cultura

“Es una tristeza vivir en un país que está secuestrado por la violencia”: Pedro Ángel Palou

Entrevista. Pedro Ángel Palou dice que lo que más le preocupa es la vulnerabilidad de los mexicanos. Presenta su libro Todos los miedos, el cual define como un grito para no dejar morir el deseo de justicia

Entrevista. Pedro Ángel Palou dice que lo que más le preocupa es la vulnerabilidad de los mexicanos. Presenta su libro Todos los miedos, el cual define como un grito para no dejar morir el deseo de justicia

“Es una tristeza vivir en un país que está secuestrado por la violencia”: Pedro Ángel Palou

“Es una tristeza vivir en un país que está secuestrado por la violencia”: Pedro Ángel Palou

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Al escritor Pedro Ángel Palou (Puebla, 1966) le preocupa la vulnerabilidad de los mexicanos ante el incremento de violencia y que el país esté lleno de cobardes. “Hay una precariedad de la vida cotidiana; en los actos de ir a pasear al perro o ir por el periódico, puedes perder la vida”, indica en entrevista a propósito de su reciente novela Todos los miedos, la cual define como un grito para no dejar morir el deseo de justicia.

“Con este libro buscaba darle una dimensión humana a la muerte y a la violencia. El fin de semana pasado un aficionado de los Tigres fue tasajeado con un cuchillo por unos aficionados de los rayados y luego hubo un juego de futbol, como si nada hubiera pasado, no se suspendió el partido. También tenemos dos camiones de cadáveres que no encuentran reposo porque no caben en ningún lado, si eso no es acostumbrarse a la violencia y a la muerte, no sé a dónde tendremos que llegar”, comentó.

Todos los miedos narra el caso de Daniela Real, una reportera que investiga la trata y desaparición de mujeres en el país, pero debido al impacto de sus reportajes —en donde evidencia la corrupción de los políticos—, la periodista se encuentra en vulnerabilidad: alguien quiere “levantarla” y asesinarla. En ese contexto aparece Fausto Letona, un ex militar y justiciero que sigue de cerca la vida de Daniela.

La novela de Palou, editada por Planeta, se desarrolla en la colonia Narvarte de la alcaldía Benito Juárez, en la Ciudad de México, e incluye varias noticias reales: el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa en la Narvarte, la creación de las autodefensas, el espionaje a través del spyware Pegasus y el justiciero que mata a los asaltantes de camiones.

“No necesitas vivir en la Ciudad de México o en las históricamente violentas, como Ciudad Juárez, para vivir con miedo. Tuve una alumna a finales de los 90 que salió de Ciudad Juárez para estudiar la universidad en Puebla  y me decía que ella no conocía el cine porque todas las películas que había visto habían sido rentadas, porque donde vivía ir al cine y salir de noche era convertirte víctima de feminicidio”, recuerda.

Pero hoy, Puebla puede ser un estado tan violento como Ciudad Juárez o Michoacán, añade Palou. “Es una tristeza que vivamos en un país que está siendo secuestrado por la violencia, todos somos secuestrados en nuestra movilidad y un principio fundamental de la Constitución es movilidad absoluta en el territorio, pero eso hoy es una ficción”.

El situar la novela en la Narvarte, agrega, es recordar el caso del fotoperiodista que salió de Veracruz para proteger su vida pero al llegar a un departamento en una zona tranquila de la ciudad, lo asesinaron.

“De inmediato se dijo que las mujeres con las que vivía eran de Colombia, que ellas se dedicaban al modelaje y eran escorts. Hoy en día no sabemos qué pasó. De alguna manera estallan estos lugares de violencia donde aparentemente antes no existía. Busqué demostrar que en la colonia Escandón o en la Condesa puedes tener un vecino narcomenudista”, detalla.

—¿Cuál es la línea que separa al miedoso del cobarde?

–El personaje Fausto dice que estamos en un país lleno de cobardes. El cobarde es aquel que está viendo la violencia ejercida sobre otra persona pero no actúa.

“Podemos pasarnos de largo cuando vemos que un hombre golpeando a una mujer y no ser capaces de dejar la bicicleta y ver qué sucede. No tenemos que ser lo suficientemente valientes para ser nosotros quien separe a la mujer golpeada, quizá no tenemos la fuerza pero de inmediato podemos denunciarlo y esperar a la policía”, responde.

JUSTICIA Y LEY. En su novela, Pedro Ángel Palou escribe que el deseo de justicia es uno de los más primitivos y también reflexiona sobre la postura de quienes no creen en un periodismo justiciero.

—¿Cuándo se apaga el deseo de justicia en las personas?

—Diego Rivera le hizo muy poca justicia a Emiliano Zapata cuando pintó en el mural Tierra y Libertad. Zapata nunca dijo Tierra y Libertad, nunca lo firmó. El famoso Plan de Ayala que fue el plan más importante de Zapata y al que no quería que se le cambiaran ni una sola coma, decía Justicia y Ley. En este país lo mismo en 1909 cuando se firmó ese plan que en 2018, esas dos palabras no van juntas.

“Zapata y Otilio Montaño, quien fue el redactor del plan, sabían que podía haber justicia fuera de la ley y que podía haber ley sin justicia. Seguimos anhelando eso en México: que la ley se aplique de manera absoluta a todos los mexicanos. Vivimos en un estado que sigue fuera del estado de derecho”, señala.

El escritor explica que parte de eso representa su personaje Fausto Letona. “Tiene muchos claroscuros y el primero es la pregunta ¿un ser humano puede hacer justicia por encima de la ley?, pero ¿por qué esos personajes lo hacen y son personajes que están en la vida real cuando leemos que una persona frustró un asalta matando al delincuente sin ser policía? Si el estado cumpliera su función no habría justicieros”.

—¿Escribes esta novela para contagiar el deseo de justicia?

—Es un grito desesperado porque no tengo como novelista otra manera de gritar, no tengo otra herramienta literaria. Me parecía que tenía un compromiso con la realidad y si tenía todo esto, debía expresarlo porque tenemos que decir basta de manera individualmente aunque creo que la manifestación más grande es el basta electoral.