Cultura

Narran la vida e historia de Concepción Béistegui

Escrito por la historiadora Gloria Angélica Solchaga Moreno, Concepción Béistegui. Vida y obra relata la historia de su aristocracia familiar y su interés por los pobres

Narran la vida e historia de  Concepción Béistegui

Narran la vida e historia de Concepción Béistegui

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Concepción Béistegui fue una mujer que pagó la renta de las religiosas expulsadas de sus conventos durante el periodo de la Reforma, fue una filántropa que sentó las bases de los hospitales del siglo XX y fue una altruista que le heredó el actual ex Convento de Regina de la Ciudad de México a su alma.

La vida de este personaje se reúne por primera vez en el libro Concepción Béistegui. Vida y obra, escrito por la historiadora Gloria Angélica Solchaga Moreno y editado por el Gobierno de Guanajuato. La publicación se presentará hoy a las 17:00 horas a través del Facebook Live de la alcaldía Benito Juárez (@BJAlcaldia).

“Concepción Béistegui nació en 1820 en Guanajuato y murió en la Ciudad de México en 1870, a los 50 años de edad. De su entorno familiar estamos hablando de una mujer del siglo XIX que no tenía intervención en la vida económica de las familias aunque éstas fueran prominentes. Fue la única de diez hermanos que no se casó ni tuvo hijos”, narra la autora.

Solchaga Moreno platica que la familia Béistegui fue de las más ricas en el país durante el siglo XIX.

“La familia en una sola generación tenía 9 millones de pesos, es decir, más que el país entero. Me atrevería a decir que fue la familia más rica de finales del siglo XIX. Por consiguiente, se movieron en un entorno político que tuvo que ver con gobernantes, actividad política, pero sobre todo, con actividad financiera en muchos negocios”, destaca.

En el primero de tres capítulos del libro narra que cuando el padre de Concepción murió y éste dividió su herencia entre los siete hermanos que en ese momento sobrevivían.

“Sus hermanas se casaron con diplomáticos franceses y como el hermano mayor fue encarcelado por Antonio López de Santa Anna, todos decidieron vivir en Francia con su fortuna, a excepción de Concepción. Ella, aparentemente tuvo una vida pagada, pero fue una gran observadora de las actividades de la familia y eso la hizo una mujer visionaria”, comenta Solchaga Moreno.

Al no tener hijos, dio parte de su herencia a las órdenes religiosas, añade la historiadora.

“En el libro hay una primicia maravillosa. Existe una gran interrogante gracias a todas las investigadoras que han trabajado la vida conventual femenina: cuando exclaustran en la Reforma a las religiosas ¿a dónde se fueron? En el primer capítulo presento un cuadro con los nombres de las religiosas, los domicilios donde vivieron, a qué orden religiosa pertenecían y la renta que les pagó Concepción Beistegui”, destaca.

Solchaga Moreno añade en ese recuadro la ayuda que Concepción Béistegui brindó a sacerdotes enfermos, a ancianos, familias caídas en desgracia y estudiantes que no tenían para pagar la escuela.

MUSEO EN HOSPITAL. Otra dato que rescata la historiadora Solchaga Moreno es el testamento de Béistegui, donde la filántropa desglosó el reparto de su dinero, pero sobre todo, donde se aclara que ella no abrió un hospital a su nombre, actualmente el asilo del ex Convento de Regina (Regina 7, Centro Histórico de la CDMX).

“Ella jamás se enteró que se abriría un hospital con su nombre, uno de los hospitales más destacados del siglo XIX, cuyo listado (de sanatorios de la época) también rescato en el libro. Entonces, 16 años después de su muerte se inauguró el Hospital Concepción Béistegui. Una de las cláusulas de su testamento dice que ella desea (que su fortuna) se preste al auxilio médico y a gente pobre, por eso los albaceas decidieron abrir el Hospital Concepción Béistegui”, detalla.

En el segundo capítulo, la historiadora narra la historia del hospital, menciona que su autorización se dio por decreto presidencial de Porfirio Díaz y que albergó a los mejores doctores de la época.

“Hubo una estudiosa, Josefina Muriel, que trabajó la reconstrucción de los hospitales novohispanos de los siglos XVI, XVII y XVIII, entonces sentía que se quedaba en el aire el XIX. Resulta que el XIX tomó elementos de los hospitales novohispanos y sentó las bases para los hospitales de los siglos XX y XXI, entonces me parecía importante hablar de eso”, señala.

Solchaga Moreno habla de la creación del Museo de Sitio del Antiguo Hospital Concepción Béistegui para mostrar la actividad que tuvo el sanatorio: biblioteca, archivo histórico, equipo médico y quirúrgico.

“Un señor de nombre Ramón Obregón, le prestó dinero a Juárez para financiar su campaña liberal y (éste) le pagó parte de esa deuda con el ex Convento de Regina, entonces ese inmueble fue vendido a los albaceas de Béistegui para abrir el hospital”, indica.

No obstante, en el testamento de Concepción, ella nombró como única y universal heredera a su alma.

“Lo cual quiere decir que el ex Convento de Regina le sigue perteneciendo al alma de Concepción Béistegui. Hay un estudio jurídico interesante de que la propiedad no puede ser enajenada, ¿cómo localizan al alma de Concepción para que firme y venda?”, expresa la autora.