Cultura

La FIL no está contra personas o instituciones, asegura Raúl Padilla

Que vivan las discrepancias porque son la mejor manera de servir, afirma al inaugurar la Feria Internacional del Libro. Aún hay tiempo para reconsiderar y proteger educación, cultura y ciencia, agrega

La FIL no está contra personas o instituciones, asegura Raúl Padilla

La FIL no está contra personas o instituciones, asegura Raúl Padilla

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

“La FIL nació y se ha consolidado a pesar de muchas cosas, sí; pero nunca en contra de personas o instituciones”, expresó Raúl Padilla López, presidente de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en la ceremonia de inauguración de la fiesta literaria que este año se llevará de manera virtual.

“Fuera de nuestro país, la crispación política y las declaraciones que encienden las redes sociales no tienen cabida. Lo que se conoce e importa allá, es que México organiza una de las ferias del libro más importantes del mundo y eso es relevante para los millones de personas que escriben y leen en nuestro idioma”, dijo.

A pesar de los obstáculos, la FIL de Guadalajara no tiene un programa en contra alguien, añadió Padilla López.

“A pesar, por ejemplo, del escepticismo de quienes dudaron de su éxito en un país como el nuestro y más aún, en su provincia. O a pesar de los cambiantes criterios de los gobiernos en turno para apoyar su realización. O en contra de que se impongan criterios de qué libros sí valen, de qué ideas sí importan o de qué discursos sí deben escucharse”, enfatizó

Los libros son vehículos de la libertad y enemigos de cualquier tipo de fundamentalismo, agregó.

“Retomo las palabras que el rector de nuestra Universidad Nacional, Javier Barros Sierra, pronunciara en 1968, uno de los momentos cruciales para el nacimiento de la democracia en nuestro país: “Viva la discrepancia, porque es lo mejor para servir. Viva la discrepancia, porque es el espíritu de la Universidad”; y la FIL, antes que todo, es una feria de la universalidad”, destacó.

Padilla López comentó que la pandemia ha dejado enseñanzas más allá de evidenciar los riesgos al alterar ecosistemas, la fragilidad de los sistemas de salud y la vulnerabilidad de las sociedades desiguales.

“También nos ha hecho ver el débil control democrático de las decisiones públicas y la facilidad con que se pueden romper arreglos institucionales que se suponían garantizados. En los ámbitos de la educación, la ciencia y la cultura, la crisis provocada por el COVID-19 empeoró la ya tendencial disminución del presupuesto del Estado mexicano”, indicó.

Es cierto que las finanzas públicas nunca habían estado tan devastadas como ahora, y no será fácil recuperar el nivel previo de ingreso público –agregó–, pero hay mucha preocupación de que esto no sea algo temporal, y sí una política que llegó para quedarse.

“Aún hay tiempo para reconsiderar y seguir el ejemplo de otras naciones que han activado fondos de emergencia y planes especiales para proteger la educación, la ciencia y la cultura. No hacerlo así y dejar que sufran los efectos directos de la crisis compromete el desarrollo del país y hará más hondas sus desigualdades sociales”, opinó.