
Las esculturas de los gobernantes mexicas Itzcóatl y Ahuízotl, que se encuentran en el Parque del Mestizaje, en la alcaldía Gustavo A. Madero, regresarán a la avenida Paseo de la Reforma, posiblemente en el pedestal vacío que dejó la figura de Cristóbal Colón tras su desmontaje el pasado 10 de octubre. Así lo afirmó Diego Prieto Hernández, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El argumento del INAH es que se recupere la lectura histórica de la avenida principal de la ciudad, idea que comparte el gobierno local.
“Es un planteamiento que ya está hecho en la comisión local de Conmemoraciones de la Ciudad de México que preside la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y en su lugar también el secretario de gobierno, Alfonso Suárez del Real. Hay un acuerdo. Ya hubo una visita al lugar donde ahora están estas esculturas al norte de la ciudad”, dijo Prieto Hernández.
Las esculturas que en los noventas se les llamó Indios Verdes y que desde 2005 se ubican en el Parque del Mestizaje, en la colonia Rosas del Tepeyac, ya fueron inspeccionadas por la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH, por autoridades de la Secretaría de Cultura y de la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno de la Ciudad.
“(La visita fue) para poder diseñar cuál podría ser el plan de traslado (de las esculturas). Todavía tenemos que puntualizar detalles, ubicar de manera más precisa el lugar donde quedarían los tlatoanis, en principio en este sitio de arranque del paseo histórico de la Reforma, en eso estamos. Es algo que está avanzando, pero aún no tenemos un plan específico”, detalló el director del INAH.
Prieto Hernández recordó que durante el gobierno de Porfirio Díaz, Paseo de la Reforma se concibió como un paseo histórico, origen al que esta administración busca regresar.
“Ya hay una alteración que vamos a tratar de corregir porque el Paseo de la Reforma estaba presidido por dos huey tlatoanis: Ahuízotl e Izcóatl, que malamente le pusieron Indios Verdes. La idea es que regresen al inicio y que efectivamente se entienda que el inicio tiene que ver con las culturas originarias, con el mundo mesoamericano y tiene que ver con la cultura mexica en su interacción dialéctica y contradictoria con otras culturas y pueblos con los que, por supuesto, tenían confrontaciones”, dijo.
Después de los tlatoanis, en la avenida, seguía la escultura de Cristóbal Colón representando el choque de dos visiones del mundo, añadió.
“Luego viene Cuauhtémoc que es la resistencia de los pueblos originarios y la lucha contra la ocupación española, luego donde está La Palmera se pensaba algún monumento que hablara del mestizaje y luego se presentaba la Columna de la Independencia para hablar del tránsito a la modernidad con la Diana Cazadora”, mencionó.
Izcóatl y Ahuízotl fueron retirados de la esquina de Reforma con Bucareli por el racismo de la aristocracia porfiriana, añadió Prieto Hernández.
“Para que no se vea que sólo es un tema de una escultura, es un tema de cómo recuperamos memoria y, al mismo tiempo, conservamos el patrimonio, tampoco se abonaría para que se afecte una escultura importante como es ésta de Colón”, expresó.
Sobre el nuevo lugar que ocuparía la escultura de Cristóbal Colón, el funcionario mencionó que aún es algo en estudio.
“Pulsando también la circunstancia social porque lo que no estaría bonito es que se le infringiera daño a este patrimonio, por supuesto que reconociendo la enorme legitimidad de los movimientos que en un momento dado pueden derivar en afectaciones a estos monumentos, siempre el Instituto pondrá por delante la vida humana, los derechos humanos y la legitimidad de los movimientos sociales que impulsan los distintos sectores y componentes de nuestra sociedad plural”, dijo.
CONTRATOS SIN AVANCE. El director del INAH también explicó que el cambio de tipo de contratación a investigadores se está revisando, ya que, primero, los titulares de los cerca de 500 centros de trabajo deben revisar y justificar las labores del personal.
“Lo estamos platicando con Secretaría de Hacienda para darle corte y que además todo el personal contratado tenga funciones necesarias imprescindibles y justificadas. El capítulo 3000 es un capítulo para cumplir honorarios a personal que presta servicios determinados en un tiempo y un espacio que no está de manera formalmente subordinado a la institución sino que brinda servicios profesionales o técnicos”, indicó.
Por tanto, añadió, “no es conveniente que se ampare bajo ese capítulo a personal que brinda servicios permanentes y, por supuesto, a personal que brinda servicios puntuales a cambio de un honorario y que en su mayoría —me refiero a los verdaderos capítulos 3000— no vive fundamentalmente de estos contratos que contribuyen a sus ingresos y desarrollo profesional”, declaró.
Prieto agregó que a principios de este año, el INAH regularizó alrededor de 150 contratos de trabajadores. “Este proceso se detuvo con la pandemia pero vamos a seguir. Todavía hay un tramo que recorrer para ordenar presupuestalmente el instituto y espero lo podamos lograr en el año 2021”, añadió.
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